lunes, 20 de agosto de 2012

Disertación



DR. JORGE JIMÉNEZ CANTÚ
Comandante General “ad vitam” del PDMU
Colaboración: Hector A. Neve Castro     pentapm47
Para grupo: pentas de corazón
Disertación sobre la Historia y Leyes del Pentathlón a los miembros de la Escuela de Reclutas en el año de 1950.
La Escuela de Reclutas me ha distinguido, invitándome a platicar con ustedes acerca de un tema extraordinariamente interesante, el que se refiere a la HISTORIA y LEYES del PENTATHLÓN DEPORTIVO MILITAR UNIVERSITARIO. Con gusto hemos aceptado esta invitación y trataremos que nuestra plática les deje a ustedes un conocimiento cierto de lo que nuestra Institución es y de lo que nuestra Institución aspira.
El conocimiento de la Historia del Pentathlón implica varios contenidos que podríamos también dividirlos en varios capítulos. El primero se refiere a los conmemorativos de la Institución, los antecedentes que le dieron origen; enseguida su iniciación y sus primeros pasos, sus personas, su estructura, sus leyes, su Ideario, sus propósitos y sus esperanzas.
Refiriéndome particularmente a sus conmemorativos quiero dejar establecido que los motivos que dieron origen a esta Institución juvenil se fincaron substancialmente en el amor a la Patria, y en el anhelo de servir a México. Un espíritu de constante inconformidad con lo existente, una satisfacción muy incompleta de los hechos pasados y de los hechos presentes motivaron, que un conjunto distinguido de juventud universitaria aspirara a realizar una tarea honda y trascendente, tarea dedicada a servir a México a través del entusiasmo y del trabajo de su juventud. Hasta poco antes de que el Pentathlón Universitario se fundara, los movimientos juveniles de nuestra historia, fueron fundamentalmente movimientos de facción, movimientos confesionales o movimientos que abarcaban una parcialidad de lo que es todo de la juventud. Generalmente los movimientos llamados juveniles, eran meros movimientos de carácter político, eran movimientos que tenían la característica del partido y sabemos que las partes nunca pueden superar el todo.
Se exigía pues, que el movimiento juvenil mexicano fuera un movimiento de verdadera solidaridad y que tuviera el carácter de la unidad nacional de su juventud, pero para ello necesitaba estar desposeído de cualquier espíritu de facción o de cualquier parcialidad dentro del espíritu, era menester que se reunieran todas las afinidades de carácter positivo del joven, para así reunidas, agruparlas en un haz de voluntades y de fuerza. En este sentido, se tuvo que pensar en lo que constituye la personalidad humana, como una integridad indivisible y al pensar en esa personalidad humana, se reflexionó en que si al hombre, se le estudia como ente físico, como ente intelectual, o ente espiritual; este estudio de sus parcialidades, constituye exclusivamente un artificio, porque el fondo real de la persona humana es una unidad indivisible, ya que no es ni puramente materia, ni puramente intelectualidad, ni sólo espíritu, sino reunidas todas estas fuerzas y todas estas manifestaciones constituyen a la persona humana. Esta persona humana se debate siempre en un medio, medio que influye en él y que en muchas ocasiones lo estructura, y lo forma en bien o en mal; pero siempre determinando características, y en otras ocasiones él puede influir en el medio y puede en cierto grado modificarlo. Basándonos pues, en todas estas circunstancias, se pensó que cualquier acción que tuviera como finalidad reunir a la juventud mexicana, para un trabajo efectivo, se tenía que pensar en todas las circunstancias complejas, que constituyen la personalidad humana y en todas las circunstancias que integran su medio ambiente. Así pues, se creó el Pentatlhón Universitario con la tendencia de dirigirse a la persona en su valer físico, a la persona en su valer intelectual y a la persona en su valer moral, en un medio que es el nuestro, con el objeto de capitalizar lo que hubiera de capitalizar de los valores positivos, y tratando de que ese núcleo de juventud no solamente fuera un espectador, sino que fuera un actor que creara, y ese actor que creara influyera notablemente en el medio, pero siempre con tendencia hacia el bien, de aquí que al platicar y al reunirse distintos núcleos de jóvenes pretendiendo formar una institución “sui generis”, distinta a todas las formadas hasta entonces, de fuerza verdaderamente efectiva, se buscó un conjunto de disciplinas que motivaran un desarrollo físico y que ese desarrollo físico, paralelamente impulsara un desarrollo intelectual, y una mejoría moral en la vida actuante de la persona. Tratando de forjar la personalidad del sujeto habría que aceptar aquellas disciplinas, posiblemente las más duras, pero aceptarlas voluntariamente, con el objeto de establecer corrientes que pudieran permitir a la persona, en este caso al joven, sentirse fuerte y capaz de dominar todos los obstáculos. Dentro de esas disciplinas de carácter físico se pensó que la disciplina militar era la más aceptable, para el fin que se proponía; que en esta disciplina, a la par, que existiendo una base de amistad, existiera una base de respeto y al mismo tiempo, que el joven aprendiera a mandar, aprendiera a obedecer y que estableciera una reciprocidad inteligente entre la obediencia y el mando, reconociendo la subordinación y un buen mando, como un buen un fin y como algo de mucho valer y muy superior; distinto al concepto de servidumbre, que siempre entraña un valor de carácter negativo. Fue en la Universidad Nacional de México donde brotaron estas ideas de organizar a la juventud mexicana.
Fue en la tan querida Universidad, Universidad tan lastimada y vilipendiada, donde surgieron estas primeras ideas, que han cundido en toda la República y que tienen 18 años de estar reuniendo a jóvenes de nuestra Patria.
La Universidad Nacional Autónoma de México crisol de ideas, cobijó los primeros entusiasmos del Pentathlón Universitario; siendo una Institución brotada de la Universidad, tendría que tener un carácter intelectual indiscutible, ese carácter intelectual ha venido tratándose de superar momento a momento, y día con día, dentro de nuestra Institución. Se ha podido establecer desde un principio que las características del hombre son insuperables, cuando tiene una meta intelectual por delante, bien definida y clara, y estas metas indiscutibles y bien definidas y claras, se refieren particularmente, a alcanzar no solamente los conocimientos que nos ilustren acerca de los adelantos de la época, sino a saber justipreciarnos y aplicarlos a favor de nuestro pueblo, a favor de la marcha evolutiva de nuestro País. El conocimiento científico no implica pues, exclusivamente un afán de acumular datos en un afán enciclopédico, en cuyo caso su carácter y su rango sería inferior, si se refiere particularmente al desarrollo de la intelectualidad con una finalidad de servicio.
Pero la Universidad de México no es sólo un laboratorio experimental de ideas, sino la Universidad Nacional Autónoma de México es un recinto de inquietudes del espíritu. En la Universidad se dan todos los credos políticos y doctrinarios y una de sus premisas más valiosas que sustenta, es la que se refiere a la LIBERTAD DE PENSAMIENTO.
El Pentathlón Universitario considerando que este es uno de los valores indiscutibles de nuestra Universidad Nacional, no podía ser oponente a lo que ha considerado como valor indiscutible y la libertad de pensamiento y la libertad de creencia y la libertad de credo político, constituyen dentro del Pentathlón Universitario una norma y una línea de conducta. Esta organización que nació como organización apolítica, no tiene el carácter de antipolítico sino de apolítica porque no define un credo político en especial y así obliga a todos sus componentes para que participen en él. Es apolítica y dentro de su seno se exige el respeto a todas y cada una de ellas. Dentro del Pentathlón , desde sus principios y hasta la fecha, sus componentes son libres de sustentar el credo político o religioso que mejor les convenga, por eso decimos que la palabra apolítica no quiere decir antipolítico, ya que no se está contra ninguna doctrina, ni política ni religiosa; por otro lado el hecho de manifestar que el Pentathlón Universitario fue, es y será Institución apolítica, no quiere decir esto que dentro de sus filas sus hombres sean hombres indefinidos, sino que siempre se les ha  recomendado a los jóvenes del Pentathlón Universitario, que dentro de lo que es su propia convicción, sean buenos militantes, sean individuos definidos en su credo político o en su credo doctrinario y dentro de lo que a ellos los define, sean hombres actuantes y sean hombres dignos. Otra de las bases de sustentación que en los conmemorativos de nuestra organización habría de motivar sus primeros pasos, fue el de establecer las corrientes de amistad entre todos los jóvenes mexicanos, organizar un conjunto de jóvenes amigos, de jóvenes esforzados, de jóvenes intelectuales, siempre amigos, sin importar sus divergencias de criterio, sin importar las características especiales de sus lugares de origen y más aún, no importando ni su clase social ni su nivel intelectual, ya que el propósito del Pentathlón Universitario no iba a circunscribirse al recinto de la Universidad de México, sino desde el principio su propósito fue que nuestra Institución, nuestro anhelo, se hiciera extensiva a la juventud campesina de México y fuera también a alcanzar al joven obrero mexicano, en consecuencia, ninguna diferencia de carácter económico, social o intelectual, podría determinar diferencias dentro del propósito que se perseguía, y así después de algunas reuniones previas se fijó una fecha y esa fue el 9 de julio del año de 1938, para que se reunieran los primeros elementos de esta Institución que posteriormente recibió el nombre de Pentathlón Universitario En una calle adyacente al viejo Estadio Nacional de la ciudad de México, a las seis en punto de la mañana se reunieron doce estudiantes de la Facultad Nacional de Medicina. Fue invitado para formar parte de ese núcleo de fundadores otro estudiante de la Escuela Médico Militar, ex alumno del Heroico Colegio Militar, en aquel entonces era un Teniente de Infantería.
A partir de esa fecha, diariamente a las 6 de la mañana nos reuníamos en las calles adyacentes al Estadio Nacional (Hoy Multifamiliar Benito Juárez) como ya lo dije. Las prácticas eran particularmente de carácter militar de orden cerrado y de carácter deportivo.
Un gran ambiente de alegría y de entusiasmo había entre este grupo pequeño de doce muchachos entusiastas. Se determino que las reuniones fueran mientras el Pentathlón existiera a las seis de la mañana, tratando de crear hábitos disciplinarios óptimos, uno de los más importantes en la juventud, que inclusive tienen una explicación de carácter fisiológico, en lo referente al aprovechamiento del día desde las primeras horas; la hora de levantarse siendo esta hora temprana, permite al muchacho cuando logra tener el hábito de levantarse casi a la madrugada, de poder dominar cualquier dificultad que se le presente en el transcurso del día, ya que aprovecha el día cabalmente.
Poco tiempo después asistían muchachos de otras facultades universitarias; claro que muy al principio había ciertos obstáculos para pertenecer al grupo, pues se exigía cierta estatura, pues al tener jóvenes altos, grandes, si se llegaba a tener alguna dificultad, mejor defendieran la naciente idea, contra los malos entendimientos o algunas maquinaciones hostiles a este grupo. Al defender sus ideales estaban en un rango y característica de verdadera fuerza. En muchas ocasiones el grupo dio origen a burlas, choteos y ataques; los ataques fueron rechazados con ataques, de los que siempre salimos victoriosos, y las burlas fueron combatidas particularmente con una explicación serena de lo que el Pentathlón pretendía y de lo que trataba de hacer, mediante el convencimiento de la razón y mediante el respaldo de nuestra razón con nuestra fuerza, y así el Pentathlón que para entonces ya se le llamaba así, empezó a marchar con el paso firme que actualmente tiene, con la fibra que actualmente le caracteriza. Entre las personas que se destacaron al principio y que no se incluyen en la lista de los fundadores, tenemos la obligación de mencionar a muchachos, muchachos entonces, como RAFAEL IZQUIERDO IBÁÑEZ, tenemos que mencionar a JORGE CEBALLOS LABAT, a ALBERTO LIMÓN, tenemos que mencionar también a JORGE GARIBAY ROMANILLOS, que posteriormente sería Comandante General del Pentathlón , mencionamos también entre las figuras destacadas en nuestros inicios a ALFONSO PADILLA, y entre los de mucha fibra y bondad a MARCELO MENDOZA PARADA, que también posteriormente fue Comandante General de la Institución, a JOSÉ TORRES VALADÉZ, uno de los muchachos más destacados en el aspecto militar. Sería muy larga la lista y en los anales del Pentathlón deberá conservarse una larga lista que incluya los nombres de los muchachos que más se destacaron en el principio, para que esta Institución pudiera ser realidad; pero en una plática como la presente, quizá fuera un poquito fatigoso para todos ustedes escucharla, pero si vale la pena que todos ustedes conserven una relación de los muchachos que más se destacaron.
Alguno podría preguntar a quién se le ocurrió ponerle PENTATHLÓN UNIVERSITARIO?- ¿porqué esta Institución se llama PENTATHLÓN?- Como decíamos antes, se trataba que en el grupo se practicaran los deportes más adecuados a una formación integral de carácter físico y que al mismo tiempo estuviera de acuerdo con el carácter de acometividad de la propia Institución. Se pensó en los deportes que deberían practicarse que fueran de carácter formativo y se determinó que fuera la prueba del Pentatlón Olímpico la que se tratara de realizar. Esta prueba constaba de las cinco siguientes pruebas: Carrera a pie a campo traviesa, tres kilómetros. Carrera a caballo a campo traviesa, cuatro kilómetros. Natación, nado libre 300 metros. Tiro de pistola y Tiro de sable.
Tratando de realizar estas pruebas se consideró que la Institución que podría ayudar a este conjunto, para que se realizaran, era la Secretaría de la Defensa Nacional y particularmente por lo que se refiere al tiro de pistola y a la equitación, y así se pidió esa primera colaboración a la Secretaría de la Defensa Nacional. Se tuvo acercamiento a una oficina que entonces existía que se llamaba de Remonta y Veterinaria, se le pidió ayuda para que los jóvenes del Pentathlón que ya sumaban algunos cientos para fin del año, de que pudieran ir a montar a los distintos regimientos establecidos en la ciudad de México o en el Distrito Federal, lo que se logró, y se estableció la obligación para los muchachos del Pentathlón , de ir a montar los días jueves y sábados y en algunas ocasiones hasta los domingos, fuera en el Segundo Regimiento de Artillería o en la Escuela Superior de Guerra, fuera en el Centro de Jefes y Oficiales en Instrucción, en Tacubaya, además de otros centros en los que se proporcionaban caballos e instructores. Así los muchachos se iniciaron en la equitación tratando de resolver uno de los puntos del Pentatlón Olímpico. La natación se practicaba en los Baños del Chopo que eran propiedad de los hermanos ALBERTO y RODOLFO LIMÓN. Rodolfo Limón un muchacho muy entusiasta y buen instructor de natación, cubrió este otro requisito. La carrera, pues esa la practicábamos todos los días y en cuanto al tiro de pistola no se pudo practicar en su conjunto, únicamente pequeños grupos y en distintos lugares. El tiro de sable, que también tenía algunas dificultades, se practicó en algunas ocasiones en los mismos Baños del Chopo, con equipo proporcionado por los hermanos Limón.
De aquí se desprende que asistiendo los muchachos diariamente y con interés a practicar las pruebas del Pentatlón, sin que nadie quisiera ponerle un nombre especial al grupo por el momento, aunque sí ya se pensaba en ello, los mismos jóvenes, los mismos componentes de la naciente Institución, le llamaban ya PENTATHLÓN:-- “vamos al Pentathlón “, “trabajamos en el Pentathlón “, y el Pentathlón por el hecho de haber nacido en la Universidad, se le quiso distinguir con una categoría especial y así nació la denominación de: PENTATHLÓN DEPORTIVO MILITAR UNIVERSITARIO.
Pero el Pentathlón no solamente era deporte y marcha; era una Institución que debía hacer un esfuerzo intelectual y moral, un esfuerzo social de equilibrio y de justicia, por lo que se estructuraron CINCO PUNTOS, que al mismo tiempo que simbolizaban cada uno de los deportes originales de la Institución, simbolizaran cinco puntos de una ley respetada y deseable dentro del Pentathlón Universitario. Cada uno de esos puntos en su aspecto ideológico se estructuraron en un PENTÁLOGO

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