lunes, 20 de agosto de 2012

Disertación



DR. JORGE JIMÉNEZ CANTÚ
Comandante General “ad vitam” del PDMU
Colaboración: Hector A. Neve Castro     pentapm47
Para grupo: pentas de corazón
Disertación sobre la Historia y Leyes del Pentathlón a los miembros de la Escuela de Reclutas en el año de 1950.
La Escuela de Reclutas me ha distinguido, invitándome a platicar con ustedes acerca de un tema extraordinariamente interesante, el que se refiere a la HISTORIA y LEYES del PENTATHLÓN DEPORTIVO MILITAR UNIVERSITARIO. Con gusto hemos aceptado esta invitación y trataremos que nuestra plática les deje a ustedes un conocimiento cierto de lo que nuestra Institución es y de lo que nuestra Institución aspira.
El conocimiento de la Historia del Pentathlón implica varios contenidos que podríamos también dividirlos en varios capítulos. El primero se refiere a los conmemorativos de la Institución, los antecedentes que le dieron origen; enseguida su iniciación y sus primeros pasos, sus personas, su estructura, sus leyes, su Ideario, sus propósitos y sus esperanzas.
Refiriéndome particularmente a sus conmemorativos quiero dejar establecido que los motivos que dieron origen a esta Institución juvenil se fincaron substancialmente en el amor a la Patria, y en el anhelo de servir a México. Un espíritu de constante inconformidad con lo existente, una satisfacción muy incompleta de los hechos pasados y de los hechos presentes motivaron, que un conjunto distinguido de juventud universitaria aspirara a realizar una tarea honda y trascendente, tarea dedicada a servir a México a través del entusiasmo y del trabajo de su juventud. Hasta poco antes de que el Pentathlón Universitario se fundara, los movimientos juveniles de nuestra historia, fueron fundamentalmente movimientos de facción, movimientos confesionales o movimientos que abarcaban una parcialidad de lo que es todo de la juventud. Generalmente los movimientos llamados juveniles, eran meros movimientos de carácter político, eran movimientos que tenían la característica del partido y sabemos que las partes nunca pueden superar el todo.
Se exigía pues, que el movimiento juvenil mexicano fuera un movimiento de verdadera solidaridad y que tuviera el carácter de la unidad nacional de su juventud, pero para ello necesitaba estar desposeído de cualquier espíritu de facción o de cualquier parcialidad dentro del espíritu, era menester que se reunieran todas las afinidades de carácter positivo del joven, para así reunidas, agruparlas en un haz de voluntades y de fuerza. En este sentido, se tuvo que pensar en lo que constituye la personalidad humana, como una integridad indivisible y al pensar en esa personalidad humana, se reflexionó en que si al hombre, se le estudia como ente físico, como ente intelectual, o ente espiritual; este estudio de sus parcialidades, constituye exclusivamente un artificio, porque el fondo real de la persona humana es una unidad indivisible, ya que no es ni puramente materia, ni puramente intelectualidad, ni sólo espíritu, sino reunidas todas estas fuerzas y todas estas manifestaciones constituyen a la persona humana. Esta persona humana se debate siempre en un medio, medio que influye en él y que en muchas ocasiones lo estructura, y lo forma en bien o en mal; pero siempre determinando características, y en otras ocasiones él puede influir en el medio y puede en cierto grado modificarlo. Basándonos pues, en todas estas circunstancias, se pensó que cualquier acción que tuviera como finalidad reunir a la juventud mexicana, para un trabajo efectivo, se tenía que pensar en todas las circunstancias complejas, que constituyen la personalidad humana y en todas las circunstancias que integran su medio ambiente. Así pues, se creó el Pentatlhón Universitario con la tendencia de dirigirse a la persona en su valer físico, a la persona en su valer intelectual y a la persona en su valer moral, en un medio que es el nuestro, con el objeto de capitalizar lo que hubiera de capitalizar de los valores positivos, y tratando de que ese núcleo de juventud no solamente fuera un espectador, sino que fuera un actor que creara, y ese actor que creara influyera notablemente en el medio, pero siempre con tendencia hacia el bien, de aquí que al platicar y al reunirse distintos núcleos de jóvenes pretendiendo formar una institución “sui generis”, distinta a todas las formadas hasta entonces, de fuerza verdaderamente efectiva, se buscó un conjunto de disciplinas que motivaran un desarrollo físico y que ese desarrollo físico, paralelamente impulsara un desarrollo intelectual, y una mejoría moral en la vida actuante de la persona. Tratando de forjar la personalidad del sujeto habría que aceptar aquellas disciplinas, posiblemente las más duras, pero aceptarlas voluntariamente, con el objeto de establecer corrientes que pudieran permitir a la persona, en este caso al joven, sentirse fuerte y capaz de dominar todos los obstáculos. Dentro de esas disciplinas de carácter físico se pensó que la disciplina militar era la más aceptable, para el fin que se proponía; que en esta disciplina, a la par, que existiendo una base de amistad, existiera una base de respeto y al mismo tiempo, que el joven aprendiera a mandar, aprendiera a obedecer y que estableciera una reciprocidad inteligente entre la obediencia y el mando, reconociendo la subordinación y un buen mando, como un buen un fin y como algo de mucho valer y muy superior; distinto al concepto de servidumbre, que siempre entraña un valor de carácter negativo. Fue en la Universidad Nacional de México donde brotaron estas ideas de organizar a la juventud mexicana.
Fue en la tan querida Universidad, Universidad tan lastimada y vilipendiada, donde surgieron estas primeras ideas, que han cundido en toda la República y que tienen 18 años de estar reuniendo a jóvenes de nuestra Patria.
La Universidad Nacional Autónoma de México crisol de ideas, cobijó los primeros entusiasmos del Pentathlón Universitario; siendo una Institución brotada de la Universidad, tendría que tener un carácter intelectual indiscutible, ese carácter intelectual ha venido tratándose de superar momento a momento, y día con día, dentro de nuestra Institución. Se ha podido establecer desde un principio que las características del hombre son insuperables, cuando tiene una meta intelectual por delante, bien definida y clara, y estas metas indiscutibles y bien definidas y claras, se refieren particularmente, a alcanzar no solamente los conocimientos que nos ilustren acerca de los adelantos de la época, sino a saber justipreciarnos y aplicarlos a favor de nuestro pueblo, a favor de la marcha evolutiva de nuestro País. El conocimiento científico no implica pues, exclusivamente un afán de acumular datos en un afán enciclopédico, en cuyo caso su carácter y su rango sería inferior, si se refiere particularmente al desarrollo de la intelectualidad con una finalidad de servicio.
Pero la Universidad de México no es sólo un laboratorio experimental de ideas, sino la Universidad Nacional Autónoma de México es un recinto de inquietudes del espíritu. En la Universidad se dan todos los credos políticos y doctrinarios y una de sus premisas más valiosas que sustenta, es la que se refiere a la LIBERTAD DE PENSAMIENTO.
El Pentathlón Universitario considerando que este es uno de los valores indiscutibles de nuestra Universidad Nacional, no podía ser oponente a lo que ha considerado como valor indiscutible y la libertad de pensamiento y la libertad de creencia y la libertad de credo político, constituyen dentro del Pentathlón Universitario una norma y una línea de conducta. Esta organización que nació como organización apolítica, no tiene el carácter de antipolítico sino de apolítica porque no define un credo político en especial y así obliga a todos sus componentes para que participen en él. Es apolítica y dentro de su seno se exige el respeto a todas y cada una de ellas. Dentro del Pentathlón , desde sus principios y hasta la fecha, sus componentes son libres de sustentar el credo político o religioso que mejor les convenga, por eso decimos que la palabra apolítica no quiere decir antipolítico, ya que no se está contra ninguna doctrina, ni política ni religiosa; por otro lado el hecho de manifestar que el Pentathlón Universitario fue, es y será Institución apolítica, no quiere decir esto que dentro de sus filas sus hombres sean hombres indefinidos, sino que siempre se les ha  recomendado a los jóvenes del Pentathlón Universitario, que dentro de lo que es su propia convicción, sean buenos militantes, sean individuos definidos en su credo político o en su credo doctrinario y dentro de lo que a ellos los define, sean hombres actuantes y sean hombres dignos. Otra de las bases de sustentación que en los conmemorativos de nuestra organización habría de motivar sus primeros pasos, fue el de establecer las corrientes de amistad entre todos los jóvenes mexicanos, organizar un conjunto de jóvenes amigos, de jóvenes esforzados, de jóvenes intelectuales, siempre amigos, sin importar sus divergencias de criterio, sin importar las características especiales de sus lugares de origen y más aún, no importando ni su clase social ni su nivel intelectual, ya que el propósito del Pentathlón Universitario no iba a circunscribirse al recinto de la Universidad de México, sino desde el principio su propósito fue que nuestra Institución, nuestro anhelo, se hiciera extensiva a la juventud campesina de México y fuera también a alcanzar al joven obrero mexicano, en consecuencia, ninguna diferencia de carácter económico, social o intelectual, podría determinar diferencias dentro del propósito que se perseguía, y así después de algunas reuniones previas se fijó una fecha y esa fue el 9 de julio del año de 1938, para que se reunieran los primeros elementos de esta Institución que posteriormente recibió el nombre de Pentathlón Universitario En una calle adyacente al viejo Estadio Nacional de la ciudad de México, a las seis en punto de la mañana se reunieron doce estudiantes de la Facultad Nacional de Medicina. Fue invitado para formar parte de ese núcleo de fundadores otro estudiante de la Escuela Médico Militar, ex alumno del Heroico Colegio Militar, en aquel entonces era un Teniente de Infantería.
A partir de esa fecha, diariamente a las 6 de la mañana nos reuníamos en las calles adyacentes al Estadio Nacional (Hoy Multifamiliar Benito Juárez) como ya lo dije. Las prácticas eran particularmente de carácter militar de orden cerrado y de carácter deportivo.
Un gran ambiente de alegría y de entusiasmo había entre este grupo pequeño de doce muchachos entusiastas. Se determino que las reuniones fueran mientras el Pentathlón existiera a las seis de la mañana, tratando de crear hábitos disciplinarios óptimos, uno de los más importantes en la juventud, que inclusive tienen una explicación de carácter fisiológico, en lo referente al aprovechamiento del día desde las primeras horas; la hora de levantarse siendo esta hora temprana, permite al muchacho cuando logra tener el hábito de levantarse casi a la madrugada, de poder dominar cualquier dificultad que se le presente en el transcurso del día, ya que aprovecha el día cabalmente.
Poco tiempo después asistían muchachos de otras facultades universitarias; claro que muy al principio había ciertos obstáculos para pertenecer al grupo, pues se exigía cierta estatura, pues al tener jóvenes altos, grandes, si se llegaba a tener alguna dificultad, mejor defendieran la naciente idea, contra los malos entendimientos o algunas maquinaciones hostiles a este grupo. Al defender sus ideales estaban en un rango y característica de verdadera fuerza. En muchas ocasiones el grupo dio origen a burlas, choteos y ataques; los ataques fueron rechazados con ataques, de los que siempre salimos victoriosos, y las burlas fueron combatidas particularmente con una explicación serena de lo que el Pentathlón pretendía y de lo que trataba de hacer, mediante el convencimiento de la razón y mediante el respaldo de nuestra razón con nuestra fuerza, y así el Pentathlón que para entonces ya se le llamaba así, empezó a marchar con el paso firme que actualmente tiene, con la fibra que actualmente le caracteriza. Entre las personas que se destacaron al principio y que no se incluyen en la lista de los fundadores, tenemos la obligación de mencionar a muchachos, muchachos entonces, como RAFAEL IZQUIERDO IBÁÑEZ, tenemos que mencionar a JORGE CEBALLOS LABAT, a ALBERTO LIMÓN, tenemos que mencionar también a JORGE GARIBAY ROMANILLOS, que posteriormente sería Comandante General del Pentathlón , mencionamos también entre las figuras destacadas en nuestros inicios a ALFONSO PADILLA, y entre los de mucha fibra y bondad a MARCELO MENDOZA PARADA, que también posteriormente fue Comandante General de la Institución, a JOSÉ TORRES VALADÉZ, uno de los muchachos más destacados en el aspecto militar. Sería muy larga la lista y en los anales del Pentathlón deberá conservarse una larga lista que incluya los nombres de los muchachos que más se destacaron en el principio, para que esta Institución pudiera ser realidad; pero en una plática como la presente, quizá fuera un poquito fatigoso para todos ustedes escucharla, pero si vale la pena que todos ustedes conserven una relación de los muchachos que más se destacaron.
Alguno podría preguntar a quién se le ocurrió ponerle PENTATHLÓN UNIVERSITARIO?- ¿porqué esta Institución se llama PENTATHLÓN?- Como decíamos antes, se trataba que en el grupo se practicaran los deportes más adecuados a una formación integral de carácter físico y que al mismo tiempo estuviera de acuerdo con el carácter de acometividad de la propia Institución. Se pensó en los deportes que deberían practicarse que fueran de carácter formativo y se determinó que fuera la prueba del Pentatlón Olímpico la que se tratara de realizar. Esta prueba constaba de las cinco siguientes pruebas: Carrera a pie a campo traviesa, tres kilómetros. Carrera a caballo a campo traviesa, cuatro kilómetros. Natación, nado libre 300 metros. Tiro de pistola y Tiro de sable.
Tratando de realizar estas pruebas se consideró que la Institución que podría ayudar a este conjunto, para que se realizaran, era la Secretaría de la Defensa Nacional y particularmente por lo que se refiere al tiro de pistola y a la equitación, y así se pidió esa primera colaboración a la Secretaría de la Defensa Nacional. Se tuvo acercamiento a una oficina que entonces existía que se llamaba de Remonta y Veterinaria, se le pidió ayuda para que los jóvenes del Pentathlón que ya sumaban algunos cientos para fin del año, de que pudieran ir a montar a los distintos regimientos establecidos en la ciudad de México o en el Distrito Federal, lo que se logró, y se estableció la obligación para los muchachos del Pentathlón , de ir a montar los días jueves y sábados y en algunas ocasiones hasta los domingos, fuera en el Segundo Regimiento de Artillería o en la Escuela Superior de Guerra, fuera en el Centro de Jefes y Oficiales en Instrucción, en Tacubaya, además de otros centros en los que se proporcionaban caballos e instructores. Así los muchachos se iniciaron en la equitación tratando de resolver uno de los puntos del Pentatlón Olímpico. La natación se practicaba en los Baños del Chopo que eran propiedad de los hermanos ALBERTO y RODOLFO LIMÓN. Rodolfo Limón un muchacho muy entusiasta y buen instructor de natación, cubrió este otro requisito. La carrera, pues esa la practicábamos todos los días y en cuanto al tiro de pistola no se pudo practicar en su conjunto, únicamente pequeños grupos y en distintos lugares. El tiro de sable, que también tenía algunas dificultades, se practicó en algunas ocasiones en los mismos Baños del Chopo, con equipo proporcionado por los hermanos Limón.
De aquí se desprende que asistiendo los muchachos diariamente y con interés a practicar las pruebas del Pentatlón, sin que nadie quisiera ponerle un nombre especial al grupo por el momento, aunque sí ya se pensaba en ello, los mismos jóvenes, los mismos componentes de la naciente Institución, le llamaban ya PENTATHLÓN:-- “vamos al Pentathlón “, “trabajamos en el Pentathlón “, y el Pentathlón por el hecho de haber nacido en la Universidad, se le quiso distinguir con una categoría especial y así nació la denominación de: PENTATHLÓN DEPORTIVO MILITAR UNIVERSITARIO.
Pero el Pentathlón no solamente era deporte y marcha; era una Institución que debía hacer un esfuerzo intelectual y moral, un esfuerzo social de equilibrio y de justicia, por lo que se estructuraron CINCO PUNTOS, que al mismo tiempo que simbolizaban cada uno de los deportes originales de la Institución, simbolizaran cinco puntos de una ley respetada y deseable dentro del Pentathlón Universitario. Cada uno de esos puntos en su aspecto ideológico se estructuraron en un PENTÁLOGO

Dr. Jorge Jimenez Cantu .- Conferencia




(Conferencia efectuada por el Comandante General “Ad vitam” de la Institución, Dr. Jorge Jiménez Cantú, en la Primera Convención Nacional de Jefes del PDMU, durante los días 5 y 6 de diciembre de 1956).

Colaboración: Hector A. Neve Castro        pentapm47
Para grupo: pentas de corazón

Pero el Pentathlon Militar no solamente es deporte y marcha; será una Institución que debía hacer un esfuerzo intelectual y moral, un esfuerzo social de equilibrio y de justicia, por lo que se estructuraron CINCO PUNTOS, que al mismo tiempo que simbolizaban cada uno de los deportes originales de la Institución, simbolizaran cinco puntos de una ley respetada y deseable dentro del Pentathlon Universitario.

Cada uno de esos puntos en su aspecto ideológico se estructuró en un PENTÁLOGO que es el siguiente:

1.- TENDRÉ AMOR ACRISOLADO A MÍ PATRIA, RESPETÁNDOLA Y ENGRANDECIÉNDOLA CON TODOS LOS ACTOS DE MI VIDA.

2.- SABRÉ HONRAR AL PENTATHLÓN CON EL VALOR DEL BUEN EJEMPLO Y LA SABIDURÍA DE LA CONSTANCIA.

3.- SERÉ FIEL A MI BANDERA, EMBLEMA DEL SUELO MEXICANO, NO TOLERANDO JAMÁS SU MENOSPRECIO, OFRENDANDO MI VIDA EN GARANTÍA.

4- NO MURMURARÉ JAMÁS NI PERMITIRÉ QUE ALGUIEN LO HAGA, EN DETRIMENTO DE MI GRUPO.

5.- HARÉ QUE MÍ VALER COMO HOMBRE QUE TRABAJA, QUE AMA Y QUE PIENSA, SEA UNA CONTRIBUCIÓN A LA GRANDEZA DE MI PUEBLO.

Estos son los cinco puntos del Pentálogo que complementan ideológicamente las cinco pruebas iniciales. Por esas fechas se pensó en tener una bandera que fuera guión, no que substituyera la Bandera de México, sino que fuera eso, una bandera guión representativa de ese Pentálogo y de los puntos originales. Se creó la bandera guión que todos ustedes conocen y cuya bandera original se conserva aún. Esta bandera está representada particularmente por una águila bicéfala inspirada en el águila universitaria; el águila bicéfala universitaria que es una cabeza de águila y una cabeza de cóndor simbolizando la unión de las dos Américas en sus altos vuelos. La bandera guión nuestra es una águila bicéfala, con sus alas constituidas por barras rectas símbolo de la energía y sus garras símbolo de la fuerza. Las cabezas de estas águilas son enhiestas y atrevidas, como atrevida es la idea y la pujanza pentathlónica; simbolizan el pensamiento y la acción. Debajo de las garras de las águilas se encuentran cinco estrellas que simbolizan los postulados pentathlónicos implícitos en el Pentálogo que acaban ustedes de escuchar.

Esta águila dorada, sobre un fondo azul, orlada por un margen de plata, simboliza la pureza del ideal, ideal del espíritu, ideal del intelecto, considerando que los ideales pentathlónicos están muy por encima del valor de las estrellas.
Nuestra Institución crecía, nuestra Institución diariamente tenía mayores adeptos y diariamente a las 06.00 hrs. de la mañana, se reunían de 200 a 300 jóvenes que formando en sus secciones y en sus compañías, hacían sus ejercicios militares y deportivos. Terminada la instrucción, debajo de los árboles se tenía la oportunidad para platicar sobre los propósitos del Pentathlon.
Al principio las reuniones eran en el Estadio Nacional; pero después en el Bosque de
Chapultepec, siempre a las 06.00 horas de la mañana, con los primeros rayos del sol. Ya toda la Universidad Nacional Autónoma de México sabía que había un grupo de esforzados que estaban trabajando por algo nuevo; ya teníamos representantes de todas las escuelas universitarias. De los núcleos más distinguidos podemos mencionar a los muchachos de la Facultad de Ciencias Químicas, que desde el principio se destacaron tanto por su prestancia, como por su asiduidad, como por su fibra en el trabajo. Pero a medida que crecía el número de muchachos, crecían las necesidades; se iba a montar y no se tenía equipo con que montar; entonces se pensó acercarse al Rector de la Universidad, el Dr. Gustavo Baz, con el objeto de platicarle que se había organizado una Institución, el Pentathlon Universitario; pedirle su ayuda franca y decidida, hacerle comprender cuales eran los ideales de la Institución y así mediante su apoyo aproximarnos a las esferas oficiales, particularmente a la Secretaría de la Defensa Nacional con el objeto de que pudiera ayudar para el desarrollo de los distintos deportes y se pudiera tener mejor resultado; y así tuvimos oportunidad de hablar del Pentathlon Universitario con el Dr. Gustavo Baz por primera vez.
El Dr. Gustavo Baz después de enterarse de los propósitos del Pentathlon y de sus finalidades y del trabajo que empezaba a realizar, demostró un entusiasmo tan cabal y tan juvenil como el de cualquier pentathlónico, se consideró desde ese momento vinculado a la idea y a la acción y consideró que era ya una organización necesaria para el País; consideró que ese brote que había nacido de los jóvenes mismos tenía precisamente esa fuerza, la fuerza naciente de la propia juventud, no algo impuesto, ni algo determinado por un decreto, sino algo que había surgido de un espíritu de inquietud y de inconformidad con lo existente, pero de anhelo para obtener cosas grandes. El Dr. Baz nos puso en relación entonces con el Secretario de la Defensa Nacional, que en aquella época era el Gral. Manuel Ávila Camacho, a quien visitamos. Nos recibió con su habitual cordialidad, le enteramos concretamente de lo que el Pentathlon era y de lo que el Pentathlon pretendía a favor de la juventud de México y de lo que íbamos a pedirle para lograr algo de lo que eran nuestros propósitos.
Con éstas o semejantes palabras el Gral. Manuel Ávila Camacho nos contestó:”Alabo y me entusiasma esta nueva organización juvenil, creo que todo movimiento grande de la juventud, debe surgir de la juventud misma. Si nosotros como gobierno tratáramos de imponer a la juventud una línea de conducta, aunque esa línea de conducta nos pareciera buena, probablemente la juventud no la aceptará, precisamente por ese carácter de imposición que nosotros sin querer dárselo pudiera atribuírsele; alabo y me entusiasmo con esta idea y en la medida de mis posibilidades y mis esfuerzos, cuenten ustedes con mi apoyo”.

Todavía no sabía él exactamente lo que íbamos a pedirle; lo que le íbamos a pedir eran uniformes, uniformes para montar como teníamos que usar precisamente en nuestras prácticas de equitación; se pidió un uniforme de caqui, pantalón de montar y camisola y botas. Se pidieron 116 uniformes, porque en aquella época 116, un poco más, eran los muchachos que tenían la oportunidad de ser admitidos en los centros de instrucción. Él ordenó inmediatamente que se le dieran al Pentathlon esos uniformes y sugirió que los uniformes llevaran un color especial; nosotros habíamos pensado que fueran efectivamente de un color especial. El primer uniforme del Pentathlon Universitario fue de color caqui azul, azul marino. Se le pidió un uniforme completo y dio sus órdenes; entonces se comunicaron con la C.O.V.E. (siglas de la empresa que manufacturaba los uniformes del Ejército), para que los confeccionaran. Uno de los ayudantes del Gral. Ávila Camacho nos indicó que con toda seguridad nos serían entregados los 116 uniformes, pero que probablemente los 116 pares de botas de montar no serían posibles; que si aceptábamos y nos conformábamos, nos podían dar tubos-botas de los que usaban los miembros de Artillería, con un par de zapatones, para cada uno de nosotros. Como estábamos entusiasmados con el ofrecimiento del Gral. Ávila Camacho le dijimos:- O nos dan las botas de montar o mejor no nos den nada, pensando que nos iban a dar las botas de montar indudablemente. El resultado fue que no nos dieron nada, nos dieron los pantalones de montar, la camisola y gorra cuartelera. Nada de tubos-botas y zapatones en ésta vez.
 Así se uniformó el Pentathlon por primera vez; ustedes se pueden imaginar que el uniforme era un tanto abigarrado, pues unos iban con alpinas, otros con polainetas de lona, otros con botas federicas de montar, otros con botas mineras; en fin, pero más o menos el conjunto ya se veía uniformado. Sobre la manga del brazo izquierdo se pusieron formando un ángulo cinco estrellas simbolizando al Pentathlon y una estrella en la gorra cuartelera.
Así se continuaron las prácticas. Estaba próximo el 5 de mayo de l939, nuevamente y a través del Dr. Gustavo Baz, tuvimos oportunidad de volver a hablar con el Secretario de la Defensa Nacional; le manifestamos que el Pentathlon Universitario ya estaba perfectamente organizado y trabajando y que deseaba hacer su primera presentación en público, para que la juventud de México tuviera noticia de los adelantos alcanzados y que deseábamos hacer nuestra primera manifestación en público en la Ciudad de Puebla con motivo del 5 de mayo, pero para que esto fuera posible, necesitábamos que él ordenara que se nos dieran uniformes de un modelo que ya se tenía previsto, para que el Pentathlon Universitario con todo decoro pudiera salir. A él le pareció bien y entonces ordenó la manufactura de los uniformes que les llamamos desde entonces de media gala; eran uniformes azules, de saco inglés, con botonadura pavonada, camisa gris, franja gris en el pantalón y gorra cuartelera.
Únicamente los jefes llevaban gorra de visera, con visera de charol y sobre la gorra el escudo del Pentathlon bordado en oro.
Eran uniformes escasamente para una Banda de Guerra, para la Escolta y una Compañía; ustedes pueden comprender que al aviso de que había uniformes muy bonitos en el Pentathlon, muchos de los muchachos que no se habían entusiasmado para levantarse a las 06.00 de la mañana pese a los magníficos propósitos del Pentathlon Universitario, cuando supieron que se trataba de los uniformes, hicieron cola para recibir uno, cerca de 500 muchachos; naturalmente se les dio exclusivamente a los que estaban en la Institución y que habían cumplido. Este fue un pequeño gancho que motivó que muchos fueran con el aliciente del uniforme.

El 4 de mayo de 1939 el Pentathlon Universitario se reunió en el Monumento a la Revolución, con su gran bandera guión, con su primer abanderado que fue ANDRÉS LUNA CASTRO, ejemplar muchacho en todos sentidos, físicamente un atleta, un gran atleta, un hombre que medía más de 1.80 de estatura, considerado probablemente como el mejor amigo entre todos, intelectualmente como el muchacho más destacado y el mejor estudiante de la Facultad Nacional de Medicina; a él, por cariño y por simpatía y por considerarlo el mejor, se le designo como el primer abanderado del Pentathlon.

La BANDERA GUIÓN del Pentathlon tenía más de dos metros de longitud, era una bandera que únicamente un muchacho como Andrés Luna Castro podría llevarla sin perder su marcialidad un solo momento. En ésta primera escolta forman parte con él, otro amigo dentro del Pentathlon, muy querido por todos ustedes, un gran entusiasta con las ideas, también otro atleta ejemplar, amigo ejemplar, GUSTAVO MUÑOZ MIRELES, además iba GINÉS NAVARRO DÍAZ DE LEÓN, el muchacho más cumplido; iba el que fue fundador de la Escuela de Reclutas, MARCELO MENDOZA PARADA y JORGE HORÍA HORCASITAS. Esos muchachos constituían la escolta de nuestra bandera guión. Se organizó la columna, en columna de pelotones y desfilamos por primera vez por las calles del Ejido, por la Avenida Juárez, por la calle de Francisco I. Madero a la Plaza de Armas o sea a la Plaza de la Constitución, hasta la calle de Academia, pasando el Pentathlon Universitario desfilando marcialmente y provocando naturalmente el entusiasmo de la gente. La mayoría de las personas veían este desfile con desconcierto, al no saber qué grupo era, ni de que se trataba, máxime con aquella bandera enorme y no sabían cómo interpretarla, ni a que correspondía. Por aquella época estaban de visita o iban a venir a visitar México, un grupo de marinos chilenos; entonces nos confundieron con ese grupo.
Al pasar frente a la Escuela de Artes Plásticas, frente a la Academia de San Carlos, los muchachos de la Academia ya sabían de quien se trataba, y al pasar la columna frente a la Academia de San Carlos, a los últimos pelotones, se les propinó magnífico baño; desde las azoteas les echaron sus cubetazos de agua. Fue la primera salida del Pentathlon Universitario y naturalmente tenía que haber algún detalle con carácter universitario y ese carácter universitario fue un baño. Naturalmente como entonces la disciplina no tenía un gran arraigo, la última sección que fue la que recibió el baño, sin orden de su comandante, rompió la formación y se metió a la Academia de San Carlos y subió hasta las azoteas, con el objeto también en forma y con carácter universitario de demostrarles que ellos también eran universitarios y que no se dejaban bañar así como así y el Pentathlon universitario en aquella ocasión, pudo responder en la misma forma e impidió que se le volviera a bañar en otra ocasión.
Se abordaron los camiones que nos llevaron a Puebla y el 5 de mayo de 1939 el Pentathlon Universitario hizo un papel brillante. La Banda de Guerra del Pentathlon Universitario constaba como toda banda de guerra de cajas o tambores y cornetas; los cornetas no sabían tocar, así que llevaban las cornetas debajo del brazo, pero esto nadie lo sabía, exclusivamente nosotros y los tambores, únicamente lo que sabían era marcar el paso, así que marcando el paso, eso sí marcándolo muy bien y con mucha fibra, nos conquistamos los aplausos de toda la población de esa Ciudad. Terminado el desfile tuvimos la visita de los muchachos universitarios de la Ciudad de Puebla, que trataron de enterarse que cosa era el Pentathlon; se les explicó y entonces pidieron autorización para fundar ellos el Pentathlon en Puebla, autorización que les fue desde luego concedida, no solamente concedida sino que fueron alentados y así nació en ese día el propósito de fundar el Pentathlon en la Ciudad de Puebla.
Ya antes habíamos recibido una comunicación de los muchachos de la Universidad Autónoma de Guadalajara, algunos que eran de allá y que al mismo tiempo pertenecían al Pentathlon Universitario, en esa carta enviada al Pentathlon, pedían también instrucciones y autorización para organizar el Pentathlon en Jalisco. Se les dio la autorización y organizaron el Pentathlon de Guadalajara. El primer Pentathlon que se organizó después del de la Ciudad de México fue el de Jalisco. El segundo núcleo que se organizó fue el Pentathlon de Puebla, a raíz del desfile del 5 de mayo. Así trabajando el Pentathlon Universitario, se pensó estructurarlo tanto en su organización interna, como darle un CÓDIGO que constituyera una esencia inconmovible para siempre; se pensó que el joven, fuera un joven de ideas nuevas, de ideas en evolución constante, que no fuera un espíritu estacionario, sino que fuera un espíritu inquieto, que el joven del Pentathlon y los conjuntos del Pentathlon, tendieran su mano de amigo, su mano fuerte, sus corazones de amigos, también sus mentes inteligentes a todo joven con el objeto de ayudarle. Pero era necesario que el Pentathlon tuviera una LEY, tuviera bases que lo pudieran explicar en forma correcta, aunque siendo una Institución en evolución constante no se le pudiera definir en forma acabada, porque es algo que se está haciendo día con día, pero sí, que hubiera la posibilidad de dar por lo menos las directrices de su conducta y las directrices de sus propósitos, y así se empezó a formular el CÓDIGO FUNDAMENTAL DEL PENTATHLÓN UNIVERSITARIO.

Preambulo Codigo Fundamental





PREÁMBULO PARA EL CÓDIGO FUNDAMENTAL

Colaboración: Hector A. Neve Castro     pentapm47
Para grupo: pentas de corazón
Continuación de la Conferencia efectuada por el Comandante General “Ad vitam” de la Institución, Dr. Jorge Jiménez Cantú, en la Primera Convención Nacional de Jefes del PDMU, durante los días 5 y 6 de diciembre de 1956).

PREÁMBULO PARA EL CÓDIGO FUNDAMENTAL

El Pentathlon Deportivo Militar Universitario es una organización fundada por Universitarios que, conscientes de la decadencia intelectual y de la degradación física y moral de la juventud mexicana, tuvieron la idea de crear un organismo que aunara una disciplina intelectual y colectiva, con la formación de un cuerpo resistente por medio del deporte y el desarrollo de una inteligencia sana, todo ello encaminado a la formación de un espíritu fuerte, digno de servir a la Patria.

Adoptó el nombre de “UNIVERSITARIO” por el origen de sus miembros fundadores y porque de la Universidad, Institución Máxima de la Cultura en México, deben salir las avanzadas patrióticas que lleven a cabo la reconstrucción moral e intelectual de la Nación, sobre bases sólidas de verdadero patriotismo y sentido profundo de responsabilidad, que permitan edificar una Patria grande que ocupe el lugar que merece entre las demás naciones grandes del mundo.

De ningún modo debe entenderse que para ingresar al Pentathlon sea necesario ser Universitario o haberlo sido, pues para la realización de esta patriótica labor deben unirse no sólo el elemento estudiantil de toda la República, sino toda la juventud nacional que ame sinceramente a la Patria y desee dignificarla, no importándole para ello aún el sacrificio de su vida.

Es así como el Pentathlon Deportivo Militar Universitario se dispone a servir a México bajo el lema de: “PATRIA, HONOR Y FUERZA”

Capítulo Primero

Finalidades

Artículo 1.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario tiene como finalidad suprema la grandeza de la Patria. Lucha por su Libertad y su Poder, por su Honor y su Cultura, por la integridad de su Patrimonio y el valor de una Heroica Tradición. Lucha por el respeto y el progreso de las instituciones que en los Sectores Moral, Científico, Artístico o Deportivo se forjen en el Trabajo, en el Orden, en el Deber y en la Fraternidad de sus Hombres.

Artículo 2.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario trata de realizar e intuir en todos sus componentes las cuatro siguientes finalidades:

I.- ESPIRITUAL, que comprende:
a) Integridad moral
b) Lealtad
c) Amor intenso a la patria
d) Fraternidad
e) Valor y caballerosidad
f) Sentido del deber
g) Disciplina
h) Sentido estético

II.- INTELECTUAL, que comprende:
a) Mejoramiento y ampliación progresiva de nuestros conocimientos
b) Espíritu investigador

III.- CORPORAL, que comprende:
a) Salud
b) Resistencia
c) Fuerza
d) Agilidad
e) Campaña sistemática en contra del vicio

IV.- MATERIAL, que comprende:
a) Trabajo constante, constructivo y creciente
b) Coordinación de esfuerzos para la obtención del máximo provecho
c) Cooperación y auxilios recíprocos

Artículo 3.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario colaborará eficazmente para la unificación de toda la juventud que sienta y aspire a los anteriores postulados, amparándose bajo una misma Bandera Ideológica: La Patria

Artículo 4.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario basándose en las finalidades que persigue, adopta el lema de: “PATRIA, HONOR Y FUERZA”

El año de 1939, fue un año de particulares esfuerzos de parte de todos los integrantes del Pentathlon Universitario, como ya lo habíamos expresado, en ese año empezó a difundirse la idea del Pentathlon, en varios Estados de la República. Es de justicia hacer mención de las siguientes personas que se distinguieron en forma muy destacada en el período de 1939, entre ellos, todos cadetes distinguidos del Pentathlon, recordamos a JOSÉ URBANO BLANCHET, CARLOS NIÑO DE RIVERA, fundador del Cuerpo de Caballería del Pentathlon, los hermanos RODOLFO y ALBERTO LIMÓN, RAFAEL IZQUIERDO IBÁÑEZ, MARCELO MENDOZA PARADA, JORGE GARIBAY ROMANILLOS, ALFONSO ICAZA ICAZA, GINÉS NAVARRO DÍAZ DE LEÓN, FIDEL RUÍZ MORENO, GUSTAVO MUÑOZ MIRELES, JORGE CEBALLOS LAVAT, JOSÉ TORRES VALDEZ, ENRIQUE ORVAÑANOS, fundador del Cuerpo de Ingenieros, ARTURO SCHOEDER, RICARDO LARA, ROLANDO LARA, FERNANDO ACOSTA DE LA VEGA, ENRIQUE ZAPATA, ROBERTO URÍAS, ALBERTO YARZA, BRAULIO PERALTA, ANDRÉS LUNA CASTRO, RAFAEL DEL PASO REINERT, ALFONSO PADILLA, JORGE GARCÍA DOMÍNGUEZ, CLEMENTE HERRERA MONROY, MIGUEL AUGUSTO ARANDA, LUIS ERLICH FIGUEROA, ALFONSO CHÁVEZ.

En este año y algunos meses después de haber hecho su aparición el Pentathlon en público, después de haber desfilado por primera vez en la Ciudad de Puebla y siguiendo las prácticas como los meses anteriores, siempre a las 06.00 de la mañana, prácticas deportivas y prácticas militares, se cambiaron impresiones acerca de la necesidad de que, el Pentathlon Universitario fuera abanderado oficialmente. Algunas personas discutían si debería entregarse la Bandera Nacional con Honores de Guerra o bien si no se debería recurrir al auxilio oficial para tener nuestra Bandera Nacional, sino el propio Pentathlon adquirirla. No obstante que la disciplina militar del Pentathlon, los conocimientos y la estructura del Pentathlon Universitario desde el punto de vista militar, nunca ha obedecido a una finalidad expresa, sino a uno de tantos medios para adquirir su finalidad fundamental, de la integración completa del desarrollo de la personalidad del joven, siempre se consideró que la base disciplinaria de tipo militar era una parte medular en nuestra Institución y en tal finalidad se pensó también, que habría que recurrir a las Autoridades Militares y seguramente comprenderían perfectamente bien este movimiento, para pedirle que el Pentathlon Universitario fuera abanderado con honores de guerra, ya que se trataba de una institución militarizada.

Correspondió este mérito a BRAULIO PERALTA RODRÍGUEZ, uno de los doce fundadores del Pentathlon Universitario, el que realizó las primeras gestiones para que el Pentathlon tuviera su Bandera Nacional.
En aquella época fungía como Director Técnico Militar el General JUAN FELIPE RICO, que aún no tenía conocimiento de lo que el Pentathlon era y lo que el Pentathlon pretendía.
Braulio Peralta entrevistó al Gral. Juan Felipe Rico, le expresó cual era la finalidad suprema del Pentathlon Universitario. Cómo esta Institución ya empezaba a distinguirse en toda la República con el afán de reunir en un haz de voluntad a la juventud mexicana y no solamente a la juventud estudiosa del País, sino a la juventud obrera, a la juventud campesina, y realizar a través de la juventud una verdadera unidad nacional, dentro del orden, dentro del trabajo y del progreso. El General Juan Felipe Rico creyó lo que Braulio Peralta le dijo; pero quiso tener un conocimiento más claro teniendo la oportunidad de  platicar con los Jefes del Pentathlon y al mismo tiempo teniendo la oportunidad de ver a los entonces cadetes del Pentathlon Universitario.
Así, ocho días después de la entrevista de Braulio Peralta, tuvimos la oportunidad de platicar con el General Juan Felipe Rico, conoció con más detalles del propósito fundamental del Pentathlon.

Conoció personalmente y pudo apreciar los adelantos que los miembros del Pentathlon Universitario habían alcanzado hasta ese momento. Cerca de 400 muchachos desfilaron frente a su casa, marcialmente, con gran gallardía y el entusiasmo de Juan Felipe Rico no se ocultó, ofreció en ese momento que sería el vector, sería el intermediario ante el Secretario de la Defensa Nacional, para pedir que se abanderara con honores de guerra a una Institución que él ya la consideraba desde ese momento distinguida.
Fungía entonces como Secretario de la Defensa Nacional el General JESÚS AGUSTÍN CASTRO. Fue Juan Felipe Rico quien trasmitió al Gral. Jesús Agustín Castro lo que el Pentathlon era, pretendía y representaba. Después de una consulta al señor Presidente de la República, se aprobó que el Pentathlon Universitario fuera abanderado y el ABANDERAMIENTO DEL PENTATHLÓN Y LA PRIMERA JURA DE BANDERA de nuestra Institución tuvo lugar el 22 de julio del año de 1939, en el Parque San Martín de la Ciudad de México, con la asistencia de varios atachés militares de distintos países, con la asistencia de un Batallón de Infantería. El Pentathlon Universitario recibió su Bandera
Nacional del entonces Secretario de la Defensa, General Jesús Agustín Castro. Fue una ceremonia emotiva e inolvidable. Los cadetes del Pentathlon recibieron su Bandera a los acordes del Himno Nacional. Se hicieron tensas las fibras más recónditas de nuestra alma, sentimos que el Pentathlon Universitario tenía un verdadero arraigo en nuestra Patria y que respondía a una verdadera necesidad, a un aliciente de unión, de fraternidad, de progreso, de orden y de bien para toda la juventud.
Como entonces no se contaba con un local, la Bandera Nacional fue conducida por las calles de la Ciudad de México y entregada para su custodia a la Universidad Nacional; se depositó por primera vez en las oficinas de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México. En realidad, no podía haber lugar más adecuado para depositar la Bandera Nacional de México, que el de la Universidad Nacional, no contando para entonces el Pentathlon, por centro de reunión, ni por oficinas, sino la sombra de los árboles, los jardines, los parques, el Bosque de Chapultepec donde se realizaban las prácticas diarias, ahí mismo era donde el cuerpo directivo del Pentathlon, el ESTADO MAYOR que ya se le llamaba entonces, se reunían para cambiar sus impresiones y para pensar la forma en que el Pentathlon pudiera realizar sus mejores adelantos.

Este abanderamiento del Pentathlon Universitario habría de tener magnífica repercusión dentro de la Universidad Nacional, todo el público se enteró de éste grupo bizarro de muchachos; el Rector de la Universidad Dr. Gustavo Baz, también tuvo conocimiento ya que fue él uno de los principales entusiastas y de los asistentes más destacados a la entrega de esa Bandera, pensó que con toda seguridad la Universidad Nacional Autónoma de México recibiría con gusto, con entusiasmo y con honor la Bandera de la Patria en cada una de sus Escuelas y Facultades y tuvo la oportunidad de plantear la posibilidad de que fuera abanderada íntegramente la Universidad Nacional, formando escolta el Pentathlon de todas las Banderas de las distintas Escuelas y Facultades Universitarias.
El Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas aprobó el propósito del proyecto el día 2 de septiembre para hacer entrega de 16 Banderas a las tantas Escuelas y Facultades Universitarias. El lugar de reunión habría de ser el Monumento de la Revolución; el grupo destacado para los honores: El Pentathlon Universitario. Ese fue otro día inolvidable, en la gran Plaza de la República estaban reunidos íntegramente el Colegio Militar, la Escuela Médico Militar, la Escuela de Transmisiones, algunos Batallones de Infantería, varias Bandas de Música, numerosas Bandas de Guerra y a los acordes del Himno Nacional y a los Honores de la Bandera, el Presidente de la República hacía entrega de esas Banderas Nacionales, abanderando con Honores de Guerra a toda la Universidad Nacional Autónoma de México.
Después de ese abanderamiento solemne, desfiló el Pentathlon escoltando todas esas Banderas, y desfilaron también todos los Cuerpos Militares que habían asistido para darle mayor relieve al Acto. Multitud de estudiantes universitarios, miles, aclamaban a las Banderas Nacionales; el sentimiento patrio se exaltaba en esta forma, se vinculaba así el estudiante universitario, dejando a un lado sus diferencias de políticas doctrinarias y tendía, al propósito de unidad de la Universidad; se sentía amparado por una sola Bandera Ideológica: LA DE LA PATRIA.

Continuó la marcha del Pentathlon Universitario, continuaron sus esfuerzos y continuaron sus triunfos; podemos decir que, no había una sola Escuela de la Universidad que no estuviera representada dignamente dentro del Pentathlon.
Para este año varios de los Estados de la República ya reunían jóvenes a las 06.00 de la mañana también, con los mismos propósitos nuestros. Para fines de 1939 en la Ciudad de México se reunían cuatro Compañías de Infantería, dos Compañías de Reclutas, una Fracción de Artillería y una Fracción de Enlaces y Transmisiones. Alrededor de 700 muchachos actuaban en el Bosque de Chapultepec. Este hecho daba ya la impresión de ser algo firme, de ser algo indestructible, de ser algo que iba trascendiendo y que iba causando honda huella en el ánimo de todos los estudiantes; pero fue unos pocos meses después en que, quizá algunos por agotamiento, otros porque había perdido el Pentathlon para ellos el valor de la cosa nueva, de la novedad, otros porque quizá no encontraron en el Pentathlon lo que quizá buscaban, algún provecho exclusivamente de carácter personal o algún movimiento de carácter político como los acostumbrados, sino exclusivamente una organización de trabajo, de esfuerzo, de dedicación. Por uno o por otro motivo, fue disminuyendo el número de pentathletas. Para el mes de marzo de 1940, después de haber tenido alrededor de 700 muchachos, se podían reunir en el Cuartel llamado del Cacahuatal, Cuartel destinado para las prácticas en virtud de que al Pentathlon, desde el año de 1939, ya se le habían entregado armas, habiéndose acudido primeramente al Cuartel de la Ciudadela, que era donde se guardaba el armamento, y posteriormente en el Cacahuatal; pues bien, asistían únicamente 80 muchachos, y entre esos 80 muchachos se contaban los viejos, los cadetes y los reclutas. No era una novedad y sin embargo aunque constituía un desánimo fundamental, un desaliento, para los que teníamos completamente arraigada la idea del Pentathlon, era una llamada de atención para redoblar los esfuerzos y los entusiasmos, ya que en otra ocasión, un poco después de haber alcanzado también un número más elevado, que fue a finales de 1938 y principios de 1939, hubo ocasión en que nos reunimos en el Bosque de Chapultepec, únicamente tres personas. Alguien pensó que era inútil seguirse reuniendo después de que se reunían cientos de muchachos, cuando solamente se reunían once y cuando les iba bien se juntaba una sección. Parecía que la idea pentathlónica se había consumado. Así que reunir en 1940 a 80 miembros no era novedad, pero aunque no nos causaba ninguna satisfacción; de lo que sí teníamos seguridad, era que dentro de esos 80 muchachos, había mucha decisión de vencer, y así, volvieron a reunirse viejos pentathlónicos.

En 1940 con su esfuerzo y con su entusiasmo le dieron mayor carácter al Pentathlon Universitario una lista grande de amigos; me concretaré exclusivamente a mencionar algunos: EUGENIO FORTUL, GILBERTO ALCÉRRECA, MARCOS RUSSEK y a FERNANDO ZÁRATE. Para esta época, la Dirección Técnica Militar le había nombrado al Pentathlon Universitario a un asesor militar, pues GONZALO HIDALGO se había retirado del Pentathlon por actividades de índole personal incompatibles ya, con su actividad dentro del Pentathlon. Fue nombrado el Capitán JESÚS SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, hermano del  Gral. Tomás Sánchez Hernández.
Este Capitán representó dentro del Pentathlon un vínculo con los militares; comprendió la idea pentathlónica desde el principio y fue el mejor amigo de los muchachos, al mismo tiempo que magnífico instructor para impartir academias militares, hombre de un gran humor, alegre, de las personas que inspiraban confianza.

Fue muy importante la actuación del Capitán Jesús Sánchez Hernández en el primer ensayo militar que tuvo el Pentathlon, al formar parte del Escuadrón Motorizado con motociclistas del Departamento de Tránsito, pues fueron entrenados como ametralladoritas para participar en el simulacro, en el que el Ejército de México, atacaba a la Ciudad de Puebla, y el Ejército de Puebla le defendía en el Valle de Puebla. El Grupo Motorizado pasó por el Paso de Cortés y los muchachos del Pentathlon bien entrenados, tuvieron esta experiencia con todo éxito. Se hicieron acreedores de felicitaciones calurosas de Jefes y Oficiales del simulacro, por el ánimo y fibra que demostraron. Ya se había hecho también, una costumbre que el Pentathlon desfilara en Puebla el 5 de mayo.

El 16 de septiembre de 1940 el Pentathlon Universitario desfila por primera vez en la Ciudad de México portando sus uniformes de gala. Podríamos seguir refiriendo pormenores de la vida pentathlónica, detalles, muchos serios, muchos chuscos, prácticas de campo, prácticas nocturnas, de dos, de tres días; el conocimiento que los pentathlónicos iban teniendo de sus montañas, de sus valles, de sus desiertos, en los contornos de la Ciudad de México, en los Estados circunvecinos al Distrito Federal. Podemos decir con absoluta seguridad que no hay lugar que rodee al Distrito Federal, que no hay cumbre por alta que sea, que no haya sido visitada por el Pentathlon Universitario.
El Pentathlon Universitario era una Institución “sui generis”, o cuando menos así debía ser; por su estructura de carácter militar debería tener un Estado Mayor, donde los compromisos de los miembros del Estado Mayor se refirieran particularmente a las máximas necesidades de la Institución. Un Estado Mayor con un Jefe y ese Jefe era el Jefe del Pentathlon, que tenía la posibilidad de nombrar a sus colaboradores inmediatos, e incluso la posibilidad de nombrar a su sucesor, siempre y cuando los demás miembros de ese Estado Mayor estuvieran de acuerdo y por añadidura debería formar parte de ese Estado Mayor, el que sería el Subjefe del Pentathlon.

La responsabilidad del Pentathlon está escalonada; pero hay un responsable fundamental, de lo bueno o de lo malo, que es el Jefe del Pentathlon El Jefe del Pentathlon que cargará todas las responsabilidades, que cargará y arrastrará con todos los éxitos y con todas las deficiencias, pero que así mismo, este espíritu de responsabilidad lo transmitirá a todos los pentathlónicos para hacerlos comprender sus deberes y para ejemplificarlo, porque es la mejor manera de predicar, con el ejemplo, para que todos los pentathlónicos supieran ubicarse dentro del lugar que les corresponde en la Institución.

Así, pensando en el contenido, tanto estructural administrativo del Pentathlon, como en el contenido espiritual, se reunieron en un haz de ideas todo un conjunto, que en síntesis pudiera explicar lo que el Pentathlon Universitario es como organización de la juventud, y para entonces pudo concretarse en las siguientes palabras lo que el Pentathlon Universitario como organización de la juventud es y pretende:

El PENTATHLÓN UNIVERSITARIO es la organización de la juventud mexicana que pretende la exaltación de la PATRIA y de los VALORES HUMANOS, la nobleza de sus ideales le conquistarán un lugar de honor en la Historia y uno muy señalado en la mente y en el espíritu de quienes sean capaces de conocer el bien y aspirar a la verdad. Los componentes del Pentathlon Universitario tienen conciencia de su misión y responsabilidad, con ánimo de soldado y de apóstol, lucharán porque la unidad de los mexicanos sea real y permanente.
En el Pentathlon la noción del valor del YO integral es clara y más aún, cuando se concluye que la grandeza de los pueblos es la resultante de la grandeza de sus instituciones y de sus individuos. Es pues, el ente fundamental para la formación de los conjuntos eficaces, no es una pieza aislada y sin discriminación oculta en una masa amorfa; es la célula vital componente de un organismo vigoroso: LA NACIÓN.
De la Universidad crisol de ideas en evolución constante, nació esta idea que prolifera ya en toda la República; el joven del Pentathlon es un defensor de la libertad para practicar el bien, de la libertad ordenada, es enemigo de la libertad para practicar el mal, en este caso la libertad prostituida se llama libertinaje vil. La moral pentathlónica es de carácter afirmativa subordinada a la justicia social, el equilibrio ideal es un factor en el progreso verdadero, no hay Patria cuando existen dos castas, desposeídos y poseedores, el auxilio prestado a quien lo necesita es una obligación social imperiosa, dar lo que sobra en beneficio de los que nada tienen, no es generosidad, sino apenas un deber elemental.
La fórmula “vivir de los demás” deberá transformarse en “ALLIS VIVERE”, “vivir para los demás”. La Patria tiene la necesidad de ser fuerte, sus ciudadanos tienen la necesidad de ser fuertes y capaces también, la Patria tiene la necesidad de ser Honrada y Grande, sus ciudadanos tienen la obligación de ser nobles y trabajadores, la Patria tiene la necesidad de ser UNA; la unidad nacional será posible en un ambiente de responsabilidad, de justicia, de trabajo y de mancomunados esfuerzos.

Estos son los propósitos del Pentathlon al tratar de orientar la marcha de sus juventudes, creando los hábitos disciplinarios óptimos, reuniendo al mejor intelectual, al mejor atleta, al trabajador más apto, al hijo ideal, al noble amigo, al ciudadano responsable, al mejor hombre.

Como ustedes han escuchado, en este conjunto de ideas se resumen muchos de los propósitos y muchas de las posibilidades, para expresar concretamente lo que el Pentathlon Universitario pretende, eso no obstante que data de muchos años, sigue teniendo el valor de actualidad; es una recomendación a todos los pentathlónicos, en particular a todos ustedes que fungen como Instructores de la ESCUELA DE RECLUTAS, que traten, no de aprenderse de memoria exclusivamente estas palabras, estos párrafos, sino que traten de conocer la parte medular que hay en cada uno de los párrafos, con el objeto de que lo puedan explicar en forma conveniente y amplia a todos sus subordinados. Es conveniente que hagan ustedes de cada uno de estos postulados, un propósito de vida dentro del Pentathlon y fuera de él; seguimos creyendo que las mejores realizaciones en la Patria, se inician dentro de la familia, se inician dentro del hogar, prosiguen en la escuela y creemos con toda seguridad, que el individuo que triunfa en el hogar, ha triunfado en la participación más clara y más íntima que le corresponde como patriota. Creemos en el muchacho, el estudiante que triunfa en el medio ambiente en el cual se va formando; creemos también que el hombre que triunfa en la amistad, en la amistad de hombre con hombre, en la amistad que pueda tener con la mujer, el que triunfa en sus amores, es también un buen patriota.

(Conferencia efectuada por el Comandante General “Ad vitam” de la Institución, Dr. Jorge Jiménez Cantú, en la Primera Convención Nacional de Jefes del PDMU, durante los días 5 y 6 de diciembre de 1956).