lunes, 25 de junio de 2012


Mi vida mi pasión el Pentathlon Militar
Escrito por: Ofc. Hector A. Neve Castro     pentapn47
Para grupo: pentas de corazón
Contare una parte de  mi historia personal.-  



Mi abuelo en los años 50 y 60´s formo parte de los diferentes gabinetes presidenciales de aquel entonces, por este motivo recibía invitaciones especiales para asistir a Palacio Nacional, en el año de 1965 como en los anteriores la familia era instalada en uno de los palcos de Palacio, desde donde se presenciaba el desfile con motivo del Día de la Revolución, o sea del 20 de Noviembre; yo tenía escasos 10 años de edad y para mí era BASTANTE aburrido ver cientos de carros alegóricos y miles de personas DISFRAZADAS de Deportistas, la mayoría eran trabajadores el servicio del Estado a los cuales les exigen estar en estos eventos. La mayoría de niños jugábamos en el patio mientras nuestros familiares VEIAN el desfile, por azares del destino no había con quien jugar, por lo que me fui a una de las tribunas que estaban a las afueras de Palacio con uno de mis tíos de nombre Francisco, después de casi cuatro horas de ese "interminable desfile": oí a lo lejos exclamaciones de júbilo acompañadas de aplausos, dirijo la vista y mi atención hacia la calle 20 de Noviembre la cual desemboca a un costado del Zócalo Capitalino, lugar de donde provenía el alboroto popular, muchos gritaron en coro ahí viene el PENTA, en la tribuna donde me encontraba la gente decía ahí viene lo mero bueno del desfile son los jóvenes cadetes del PENTATHLON, y la mera verdad no sabía de lo que hablaban y mucho menos me imaginaba lo que presenciaría momentos después.








Al frente un joven mostraba un letrero el cual decía escuetamente PDMU, atrás de este personaje una bellísima muchacha portando una Bandera Nacional; a sus costados custodiada por unos personajes que confundí con Cadetes del Heroico Colegio Militar, mi tío corrigió al momento, con voz muy gruesa me dijo: chamaco tonto esos son Cadetes del Pentathlon Militar, mira con que porte y gallardía van desfilando luego luego se aprecia que son de los mejores menciono muy ufano. Con mi cara de que estas diciendo, casi con enfado y frunciendo el ceño, comente “ni que fuera para tanto”. Posteriormente hicieron su aparición más de 100 elementos que integraban una Banda de Guerra; utilizando como vestimenta un uniforme color gris acero, la cual empezó un desplazamiento montando unos sobre otros hasta formar lo que hoy conozco con el nombre de Pirámide Monumental; empezaron al compás de un toque de clarín a interpretar un canto:





MARCHA PENTA.- (La marcha del Pentathlón es el canto característico de nuestro actuar en actividades cotidianas de preparación física, moral y espiritual.)
Adelante Pentathlón La patria te llama ya, Defendiendo nuestro suelo, Que tu ejemplo salvará.
Caminemos sin temor, Con el pecho al invasor, Nuestra sangre por la causa Las campiñas regarán.
En guardia Pentathlón, Protege con tu valor, Este suelo que en tu alma, Es un símbolo de amor.
Y embargados de emoción, Con la mano al corazón, A la patria juraremos, Dar la vida por su honor.
Muy de mañana, Y con la luz primera, Ya nuestra marcha, En el bosque resonó.
Bajo la fonda, Se pierde la columna, Y en lo alto un lucero, Se ocultó.
Voy a la lucha por mi ideal:
"Patria, honor y fuerza"
 Y con mi lema, Quedará escrito, En la historia, Con gloria sin par.
¡PENTATHLÓN!



Oh sorpresa mi tío “Pancho” se lo sabía de Memoria, lo miraba yo con cara de “a este que mosca le pico”.
Al terminar este canto y toques de banda se abrieron paso otros jóvenes, portando bastantes banderas de color azul con un escudo en la parte media la cual era la imagen de un águila con dos cabezas. Atrás de estos muchos  más vestidos con un pantalón de mezclilla y una sudadera blanca, en el centro de esta prenda se apreciaba un escudo en forma de pentágono con la misma imagen del águila.  Formaron pirámides en formas distintas unas con más elementos que otras, al terminar de conformarlas gritaron:
Aijin aijon aijesa, aijin aijon aijesa
Pin pon pesa, pin pon pon
Patria, Honor y Fuerza
PENTATHLON
  
                          





“Boitelas” mi tío de nuevo con unos gritos que asemejaban los ladridos de un perro atropellado diciendo lo mismo.-
Además echando porras y vítores diciendo; RECLUTAS échenle ganas ustedes pueden, arriba el PENTA. Ahora pensaba yo “A este buey que le pasa, de cual tomo o fumo, que sangronadas son esas”.
Les toco su turno a carros alegóricos en los cuales encontrabas: Gimnastas, Boxeadores, Luchadores, Judocas,  Pulsadores; entre otros más.
Posteriormente hicieron su aparición una bola de chamacos casi tan escuincles como yo, como ya comente tenía diez años en ese entonces, hicieron como decía vulgarmente Circo Maroma y Teatro, no me pareció muy atractivo. Después unas jóvenes en su mayoría no muy bonitas haciendo una tabla Gimnastica, con unos palos con flecos de papel; y lo mismo, ya me estaba aburriendo de tantos gritos de mi tío y de lo que estaba viendo. Desfilaron varios grupos más con diferentes actividades deportivas (no muy de mi agrado). Después otros saltando hacia el interior de un Aro con Fuego, para caer en el duro pavimento, esto si llamo mi atención diciéndome ¡Ay! en la mad… haber si no se queman.


Para no variar la misma cantinela de mi tío: Viva, Bravo, Échenle ganas, Así se hace, PENTA, PENTA, PENTA, ya me tenía lo de penta hasta el “copete” o casi casi hasta en la sopa.
Como quince minutos después y tras el paso frente a Palacio Nacional de un número indeterminado de jóvenes los cuales según mis propios cálculos serían más de tres mil, se sintió un RETUMBAR en la estructura metálica de la tribuna donde me encontraba, me dije a chingaos “está temblando o que está sucediendo”, ojala no se venga abajo esta mugre.


Eran otros jóvenes que corrían pegándole al piso con sus botas, como si quisieran hacer hoyos en el pavimento o ver de estaba hecho este, el golpeteo era casi casi estruendoso. Un tipo mal encarado hizo una indicación a un individuo con corneta, el cual emitió unos sonidos desconocidos para mí; y otra vez mi tío, GRITO: ya viene la DEFENZA PERSONAL,  el de la corneta; tutu, tutu, tutu, tara, tara, tu tu tu, el mal encarado alzo su brazo hizo una señal girándolo varias veces y ordeno.-  Zafarrancho de Combate: órale los muchachos se pusieron a darse en la mad…. Tirándose unos golpes, patadas, sacando unos cuchillos quien sabe de dónde,  para tratar de MATAR a quien estaba frente de ellos, se daban hasta con la CUBETA como popularmente decimos, hasta casi les pasa lo que al perico, si no se agachan se chin…………







Mi tío como enajenado mental, hasta la baba tiro de la emoción, a mi esta exhibición me gusto bastante, porque los TRANCAZOS me llaman mucho la atención. Gritos y más gritos, aplausos, estupor de otras gentes, alegría reflejada en los rostros, las mujeres que estaban viendo mandaban besos a los jóvenes del PENTA. Aquello era de locura, y hasta me contagio el sentir de la gente; me invadió la emoción con lo que estaba viendo y viviendo se me enchino la piel.


Para mi sorpresa todavía restaba lo mejor del evento, LA CABALLERIA, tenía yo imágenes de las películas de “vaqueros y romanos”: los militares contra los “indios”  o “esclavos”, el Coliseo Romano con sus carros manejados por Centuriones; el Gral. Custer vs. Caballo Loco y sus apaches (entre otras historias contadas en las películas).
Las evoluciones que fueron para mí una Delicia fue el ver a unos Jinetes parados sobre el lomo o grupas de un caballo, paradas al estilo Indio a todo galope, formaciones de dos o más caballos bien encarrerados con un tipo de cabeza entre los estribos de costado, otros formando pirámides, con un control sobre las bestias absoluto.  Esto fue lo que más me impresiono en toda forma y extensión de la palabra me quede bien p…….. perplejo.


Quería seguir viéndolos deleitarme con ellos por eso le pedí a mi tío que si podíamos seguirlos en su trayecto, me indico que esto era muy arriesgado: ya que por la velocidad que llevan al hacer una evolución los caballos llegarían a resbalar por lo inseguro del pavimento y las condiciones no propicias de las calles. Pero que si estábamos donde los de Defensa Personal había una posibilidad de seguirlos, y así lo hicimos hasta llegar unas cuadras más allá del Monumento a la Revolución o sea a la calle de Sadi Carnot, donde se encuentra el Cuartel General del Pentathlon Deportivo Militar Universitario (P.D.M.U.), nombre con el cual se conocía a la Institución por esos años. Cual va siendo mi sorpresa que varios de los jóvenes del PENTA saludaban muy efusivamente a mi tío, primero llevándose la mano al pecho en forma de escuadra y además “chocando” los talones de las botas dándose un golpe que hasta mí me dolía: expresando Mi Teniente como esta que milagro, para posteriormente darse un abrazo muy afectuoso. Quede totalmente impresionado con estos hechos. Tanto que no me quede con las ganas de preguntar: Tío de donde te conoce tanta gente del Penta; me indico mira hijo tu Abuelo estuvo en el PENTATHLON, él nos inscribió tanto a tu tío Manuel como a mi antes de hacer nuestro Servicio Militar, aquí conocimos a tu padre quien también llego al grado de Teniente, le presentamos a nuestra familia y de mis hermanas prefirió a tu Mama  y se casaron. Ahora a ti te toca decidir si quieres estar en el PENTA, y por supuesto no lo pensé dos veces y le dije que si, por supuesto, y ese mismo día quede inscrito en el PENTA MENOR, iniciando mis actividades el día 3 de Enero de 1966 y permaneciendo en activo bastantes años, consiguiendo además tener el gusto de haber pertenecido a varias Escuelas, Unidades o Cuerpos de mi amado PENTATHLON.


jueves, 21 de junio de 2012



Ignacio Godínez Tenorio

Colaboración: Hector A. Neve Castro    pentapm47
Para grupo: pentas de corazón


Por el C. Comandante de la Zona Jalisco
3er. Cmdte. de Cadts. de Inf. M. C.
ROMUALDO CABEZA DE VACA CURIEL

Transcripción del documento oficial de la narrativa de este hecho heroico en la Zona Jalisco del PDMU



El joven Ignacio Godínez Tenorio, nació el 26 de agosto de 1929 en la ciudad de Guadalajara Jalisco, siendo hijo del Sr. Anastasio Godínez y de la Sra. María Luisa Tenorio. Era el tercero de entre cinco hermanos.

Cursó la primaria en el centro escolar Manuel Martínez Valadéz, terminando a los doce años. Ingresó después a la secundaria del Estado durante un año y pasó posteriormente a la Iniciación Universitaria (secundaria) de la Universidad Autónoma de Guadalajara.

Dos años tenía ya en la Zona Jalisco del Pentathlon Deportivo Militar Universitario, y por su constancia, su trabajo y conocimientos había ascendido a Cabo de Transmisiones, que era la Unidad a la que pertenecía.

El día 27 de febrero de 1945, a las 6 de la mañana, había salido la cadetería, por órdenes de la Sección Militar a unas prácticas de marcha a fin de cumplir con el programa en aquel entonces establecido.

El punto escogido para tal práctica, lo fue la Barranca de Huentitán, sobre el curso del río Verde, para alcanzar en fin de jornada el punto denominado Lago de los Caimanes, que es un ensanchamiento del mencionado río. En su playa relativamente extensa, el personal debía acampar.

La marcha de traslado hasta la cresta de la barranca se verificó sin novedad, y se inició el empinado descenso hasta la margen poniente del río, para encontrarlo excepcionalmente crecido; cuando en la actualidad normalmente es lo contrario.

Se reunió a la oficialidad y se estudió el plan para vencerlo, presentándose dos soluciones: o se recorría una distancia de 10 kilómetros aguas abajo sobre una ribera hasta alcanzar un deteriorado puente colgante, o se seguiría un kilómetro aguas arriba hasta encontrar un estrechamiento del crecido río. El Mando resolvió lo último, ya que dejaría indiscutiblemente mayor experiencia a la Cadetería que integraba la columna.

Se localizó la angostura del río pretendida y se dieron las órdenes conducentes para pasarlo, después de los planes que con anterioridad se habían estudiado. Se ordenó que cuatro de los elementos que supieran nadar dieran un paso al frente y lo dieron seis, entre los que se encontraba el Cabo Godínez Tenorio. Se les explicó, que el plan consistía en pasar a nado el río llevando asidos a la cintura un cable cada uno, para que una vez franqueado el objetivo los amarraran a la otra orilla a fin de tender un puente por donde todo el personal pasaría sin peligro de que la corriente los arrastrara y no se mojara el armamento, el vestuario y el equipo. Se les indicó que una vez conocido el plan, regresaran a sus lugares los voluntarios que temieran algo, habiéndose quedado sin moverse tres, entre los que se encontraba el Cabo Godínez Tenorio.

El río seguía rugiendo y levantando oleadas al chocar contra algunas salientes rocosas; nuestros tres voluntarios iniciaron la travesía a nado, habiéndose lanzado al río como a cien metros aguas arriba para que con la fuerza de la corriente fueran arrastrados al punto deseado. Los tres lo hicieron con gran maestría, y en esfuerzo constante, jadeantes, pudieron vencer la fuerza de la naturaleza. Una vez en la orilla opuesta, amarraron sus cables entre los troncos de los árboles ribereños, y se dio la orden para que cada uno de los integrantes de la columna fuera pasando el caudaloso río, portando en una mano, su arma, su equipo y su ropa y con la otra sosteniéndose del tirante que los nadadores habían puesto. Todo el personal verificó la sensación de peligro pero, salvo algunos detalles chuscos, el ejercicio resultó provechoso para todos.

Ahora los tres nadadores regresaron a desatar los cables, y aunque los hicieron asidos a ellos, ya una vez desatados era preciso que regresaran de nuevo a nado hacia la orilla oriente donde con gran regocijo se recostaba y descansaba toda la columna. De nuevo los tres a un tiempo se lanzaron al agua, y uno de ellos, según se confirmó después, le sobrevino un calambre en la pierna y se sintió impotente; la corriente lo empezó a arrastrar, se zambulló en dos ocasiones, tomó agua, gritó, hay expectación en la orilla y sin perder tiempo, el heroico cabo de transmisiones Ignacio Godínez Tenorio, va en su ayuda, lucha contra la corriente, lucha contra la desesperación del que se ahoga, logra sujetarlo y le da confianza, le da la punta de su cable y un grupo lo arrastra hasta la orilla; se le presta con diligencia los primeros auxilios médicos y empieza a recobrarse, pero ... ¿y Godínez Tenorio? ¿Dónde estaba?... ¡nadie lo volvió a ver! Nuestros corazones palpitan más aprisa, existe mayor angustia general que la anterior, se grita su nombre, nadie responde y tras la expectación todo queda en silencio... EL CABO IGNACIO GODINEZ TENORIO HABIA OFRENDADO SU VIDA POR SALVAR A UN COMPAÑERO.

Se formula rápidamente el trabajo de salvamento del cuerpo inanimado de un Héroe Pentathleta...pero, ¿dónde estará? A un grupo de quince jóvenes se les ordena buscar aguas abajo, a paso veloz, por toda la ribera para ver si localizan el cadáver, recorren más de 10 kilómetros y regresan exhaustos sin resultados positivos, ya que a esa distancia el río se ensancha y las grandes rocas hubieran detenido el cadáver en caso de que hubiera sido arrastrado; se envía a dos oficiales con la comisión de dar parte a la XV Zona Militar, a sus familiares, al Agente del Ministerio Público, a la Cruz Verde, etc. Se espera impacientemente a que las tormentosas aguas bajen su caudal hora tras hora. Por la tarde se hacen intentos de bucear pero las corrientes aún son muy fuertes.

Un campesino, ya obscureciendo nos informa que había visto corriendo por el cerro a un muchacho desnudo... nos sentimos alegres de momento pero consideramos inverosímil la noticia, pero ante la duda, se envía una patrulla a buscar por todos los cerros circunvecinos, regresando dos horas después sin noticia alguna. Se establecen guardias permanentes con reflectores a los largo del río toda la noche, pero amanece y no se ha visto ni encontrado indicio de él.

Empieza a despertar el día, nadie ha dormido, el rugir de las aguas se han tornado pacíficas, ahora el río se nota más tranquilo, menos agresivo, menos profundo, más silencioso. Nuestros mejores nadadores se aprestan a bucear, lo hacen una y otra vez, hora tras hora, descansan y trabajan sincronizadamente y en forma continua, pero no se ven rastros. Por la tarde de ese segundo día, unos campesinos nos venden cohetones que vamos tirando uno a uno al lago, se levantan grandes burros de agua, se estremecen los cerros, y salvo gran cantidad de pescado que sale muerto, nuestro Héroe no aparece. Ya para entonces, el padre y el hermano de Godínez Tenorio se encuentran en nuestro campamento; sufren en silencio, pero ante nuestra angustia y lucha tenaz por encontrar su cadáver, permanecen observando las maniobras sin externar palabra.


Concentramos a toda nuestra gente; ya el río no es capaz de arrastrar un cuerpo inanimado sin ser visto y por ello se ordena abandonar sus puestos de observación. Tenemos la seguridad de que está frente a nosotros, en el fondo, quizá enredado entre la flora del fondo, o prensado entre rocas, o sostenido en las profundidades por corrientes internas, ¡no lo sabemos a ciencia cierta! pero nos da la corazonada de que nuestra búsqueda debe de concentrarse en el espejo del remanso que se llama "Lago de los Caimanes". Nos proveemos de varios anzuelos, mismos que amarramos a una rama por medio de agujetas de calzado, les ponemos una piedra para que se hundan, pero ese sistema lo unimos a un cable y lo lanzamos al fondo. Esas rastras las vamos halando y se inicia el rastreo metro por metro, centímetro por centímetro, con paciencia, con fe, pero nuestro Héroes sigue sin aparecer.

Otro campesino nos asegura que él podrá encontrarlo si lo dejamos actuar en un experimento que consiste en meter una vela encendida en un bule hueco, lo suelta aguas arriba y la corriente lo va arrastrando; cuando el bule se quedó en un lugar fijo por las corrientes internas imperceptibles en la superficie, grito: ¡ahí debe de estar!. En ese lugar por no dejar rastreamos de nuevo, pero nada.

Seguimos con nuestra lucha incansable, el día se estaba muriendo, era el tercero y ya las raciones alimenticias escaseaban; la moral estaba desfalleciendo de todos los ahí reunidos. Pero, un grito de uno de los muchachos rastreadores nos obligó a fijar la vista en su rastra; enganchado de su calzoncillo por un anzuelo salió a flote el tan buscado cuerpo de nuestro Héroe. Sin demora se arrastró hasta la playa, percibiéndose que su estado cadavérico no era el clásico de todos los ahogados, aunque si estaba comido por los pescados en sus partes más salientes y blandas.

Todos, con un grito interno en medio del sufrimiento, se dieron tarea de construir una camilla con dos ramas gruesas, otras más delgadas atravesadas y hojas para formar el lecho mortuorio.

Con el aire el cadáver entró en rápida descomposición, no obstante era necesario trasladarlo a cuestas por la ribera del río aguas abajo por varios kilómetros hasta encontrar el puente colgante. Los muchachos cada diez minutos, de cuatro en cuatro se iban turnando, con su carga que empieza a desechar la adiposa que es la grasa de los cadáveres, y que estoicamente aunque se ensuciaban todos seguían turnándose. Se ascendió la pesada cuesta, paso a paso, resbalando y sudorosos, en silencio, con la mirada muy en lo alto hasta alcanzar la cima, en donde se terminaba la jornada, ya que ahí se encontraba una ambulancia de la Cruz Verde quien se encargó de trasladarlo hasta Guadalajara.

Se tramitó ante la Autoridades competentes la exclusión de la Autopsia de Ley y lo logramos.

Por la noche ya en su domicilio familiar, situado en la calle República número 513, entre los cirios, los rezos, la tristeza y los comentarios heroicos del Cabo Godínez Tenorio, los Cadetes uniformados de Gala montaron guardia permanente al féretro de un compañero Pentathleta caído Heroicamente. El ataúd estaba cubierto con nuestra Bandera Guión, y como símbolo: un Espadín y una Moscoba de Gala.

El día 3 de Marzo amaneció, y a las 8 horas, se encontraba reunido casi todo el personal de la Zona Jalisco del Pentathlon en las afueras del domicilio de la familia Godínez Tenorio. Llego la carroza tirada por elegantes corceles fúnebremente ataviados; se llegaba la hora de los funerales.

A las diez horas partió la columna en la siguiente forma: nuestra banda de guerra con cajas destempladas a la descubierta, la carroza custodiada por cuatro gallardos Cadetes, una sección de cadetes en columna por dos, los miembros del estado Mayor y los familiares, coches de acompañamiento y todo el personal faltante de la Zona Jalisco al final. Las calles se conmovieron a su paso, y en esa forma se llegó al Panteón de Mezquitán para el último adiós.

Al momento de bajar el ataúd en la fosa, nuestra corneta de órdenes entonó un largo, melodioso y sostenido toque de silencio que nunca olvidaremos, pues fue el lamento sincero de toda la Zona Jalisco del Pentathlon Deportivo Militar Universitario. En esa forma se epilogó la vida de un joven Pentathleta, de escasos 15 años de edad, que había dado su vida valerosamente, heroicamente a cambio de la de uno de sus compañeros.

Un año después sus compañeros pentathletas regresan al lugar de los hechos a recordar al niño héroe Ignacio Godínez Tenorio.
FUE UN HEROE, EL UNICO EN CASI 24 AÑOS DE VIDA DEL PENTATHLON EN TODO EL PAIS Y DEBE DE CONSIDERARSELE COMO TAL, YA QUE OFRENDAR SU VIDA POR SALVAR A UN COMPAÑERO, NO ES UN ACTO COMUN Y PASAJERO, ES UN ACTO HEROICO, QUE TODOS LOS PENTATHLETAS DE LA REPUBLICA DEBEN DE RECORDAR Y CITAR CON CARIÑO, COMO EJEMPLO Y CON ORGULLO.
¡CABO DE TRANSMISIONES IGNACIO GODINEZ TENORIO, DESCANSA EN PAZ!

PATRIA, HONOR Y FUERZA


ROMUALDO CABEZA DE VACA CURIEL, Médico Cirujano, Tercer Comandante de Cadetes de Infantería, Comandante de la Zona Jalisco del Pentathlon Deportivo Militar Universitario, en uso de las facultades que le confiere las fracciones Tercera y Cuarta del Artículo Nueve del Código Fundamental de la Institución y,

CONSIDERANDO:

1.- Que habiendo fallecido el 27 de febrero de 1945 el Cabo de Transmisiones Ignacio Godínez Tenorio, en el punto denominado "Lago de los Caimanes" sobre la barranca de Huentitán.

2.- Que fue un hecho comprobado, por medio del cual perdiera la vida al salvar a un compañero.

3.- Que fue ejemplo de Fraternidad y es Gloria para la Zona Jalisco del Pentathlon Deportivo Militar Universitario.

4.- Que debe de perpetuarse su nombre y la fecha del Acto Heroico.

Por lo tanto he tenido a bien,

DECRETAR:

Se establezca el "Día del Heroísmo Pentathleta" el primer domingo de marzo de cada año, para perpetuar el Heroísmo del Cabo de Transmisiones Ignacio Godínez Tenorio, debiendo verificarse en ésas fechas una Ceremonia en el lugar preciso de su fallecimiento.

Así mismo se establece la Medalla "Godínez Tenorio" como la más alta distinción para los Actos de carácter Moral, Fraternidad y Cariño a la Institución.

Este Decreto es dado en las Oficinas Generales de la Zona Jalisco del PDMU, ciudad de Guadalajara, a los diez días del mes de marzo del año de mil novecientos sesenta y dos.

PATRIA, HONOR Y FUERZA


LXII ANIVERSARIO DE LA GESTA HERÓICA DEL CABO DE TRANSMISIONES IGNACIO GODINEZ TENORIO.

 Este fin de semana, 3 y 4 de marzo de 2007 en el fondo de la barranca de Huentitán en Jalisco, cientos de pentathletas Activos, Egresados y Simpatizantes  se dan cita para honrar la memoria del heroico Cabo de Tr. Ignacio Godínez Tenorio quien ofrendó su vida generosamente por rescatar a un compañero de las turbias aguas del río Verde-Santiago.
Los hechos ocurrieron el 28 de febrero de 1945 cuando el grueso del contingente del PDMU realizó maniobras de campo en el citado lugar. Al encontrar el río muy crecido se optó por instalar con cables un puente colgante para que la tropa cruzara dejando a salvo el armamento y el equipo, cuando se instalaba el operativo a uno de los nadadores voluntarios le sobrevino un calambre que hizo que la corriente le arrastrara con grave riesgo de perder su vida. Sin pensarlo más, nuestro Cabo Godínez Tenorio, soltó su cable para cederlo a quien sufría pero él fue arrastrado por la corriente. Tres días después, fue encontrado su cadáver al que se sepultó en el panteón Mezquitán con las honras fúnebres correspondientes.
Cabo de Transmisiones Ignacio Godinez Tenorio: Murio en Servicio.

Historia acerca de la mascota de la Policia Militar del P.D.M.U



Publicado en grupo Pentas de Corazón por el 3er. Of. de P.M. Hector Neve

Haciendo referencia a tu pregunta sobre cuál es la "MASCOTA" oficial de la Policía Militar del PENTATHLON, te puedo responder lo siguiente: En el año de creación 1942 se utilizo un OSO combatiendo con un Cadete, este emblema represento al todo el grupo SELECTO que practicaba DEFENZA, no importando la Escuela o Grupo al que pertenecieran. 





Al inicio de los años 50´S se utilizo una imagen muy parecida a Charles Atlas quien era un Fisicoculturista de la época a dicha imagen se le conocía cariñosamente con el nombre de "El Mamado".





Casi al final del año 1958 se incluyo una imagen de un "CABALLO" esta imagen fue un aporte del Oficial Rubalcaba. En el año 1959 para sustituir esta imagen que semejaba mas a una Yegua se efectuó una especie de concurso para elegir una imagen más apropiada a la P.M. resultando un "GORILA" que portaba el uniforme de P.M. con un brazalete con las siglas C.E.S.; este brazalete era usado por aquellos miembros de ELITE pertenecientes a este Cuerpo y sobre todo a la Policía Militar.






Esta imagen del gorila no fue bien vista por las autoridades MILITARES, ya que externaban que por ninguna causa se debería dar esa imagen de un MILITAR y mucho menos de un P.M... Se opto entonces el cambio a la imagen de MASCOTA teniendo como resultado la aceptación de un perro BULLDOG Ingles en color Blanco con una pechera caparazón con las siglas P.M. por un lado y el otro con las siglas C.E.S... 










Esta permaneció durante largos años y para el año 1974 durante la realización del tradicional Desfile del 20 de Noviembre celebrado en la Cd. de México, el Sargento 1o. Francisco Urdapilleta Caro "El Cromado"; en el trayecto a la estancia de Parada donde se ubicaría al personal del Pentathlon, se encontró un PERRO CALLEJERO, este animal mostraba bastantes signos y cicatrices de diferentes COMBATES que quizás tuvo en su perruna vida. A mi Sargento se le hizo fácil y a la vez gracioso el hecho que nos acompañara en el trayecto, este suceso se verifico en la calle de Arcos de Belén, muy cerca de la casa que habitaba mi Sra. Madre, así que nos dimos a la tarea de ir a la casa para buscar una Camisola vieja para ponérsela a dicho perro, esto con el permiso de mi Oficial Víctor López Ochoa "El Negro" quien era Comandante de P.M. y del C.E.S... Ya ubicados en la zona de parada en las Calles Izazaga y Pino Suarez nos dimos a la tarea de andar PRESUMIENDO al perro, quienes nos veían exclamaron muestras de sorpresa y algunos comentarios eran favorables y otros resultaron Chuscos, unas calles adelante estaban los Soldados de la SEDENA y MARINA y ellos también llevaron a sus Mascotas: perros de Raza y sobresalían los Pastor Alemán, al cruzarnos con estos personajes, comenzó una guerra de LADRIDOS, no queriendo mostrarse menos que los Militares mi aguerrido amigo y estimado compañero se enfrento verbalmente con estos; dando a lugar a que enfrentaran a las respectivas Mascotas y la sorpresa fue que el perro callejero gano la contienda. Al enterarse de los hechos nuestros Comandantes inicialmente nos dieron una fuerte reprimenda verbal; aunado el que seriamos arrestados a la llegada al Cuartel General, pero teníamos la satisfacción que nuestra mascota salió TRIUNFANTE en su enfrentamiento contra aquellos suponían eran FEROCES, un comentario expresado por los Militares que observaron este hecho fue en el sentido: TODO SE PARECE A SUS DUEÑOS Y MIRA QUE ESTOS “CABRONES” DEL PENTA SON VERDADERAMENTE BRAVOS. 






Al termino del Desfile antes de llegar al Cuartel General, ubicado en la calle de Sadi Carnot, estaban apostados varios miembros de las Fuerzas Armadas Militares; creímos en un momento dado que su presencia se debería a que ellos quizás pasarían la revista respectiva a los elementos que participaron en el evento deportivo y al mismo tiempo entregarían el Trofeo respectivo por ser el mejor Contingente. La sorpresa fue que eran enviados por el mismo Jefe de Estado Mayor Presidencial, que solicitaba la presencia de aquellos que enfrentaron a los Militares y en especial sus MASCOTAS, ya estando enterado de los hechos mi Comandante General Sergio Alvarez Castro les informo que NO EXISTIA POSIBILIDAD ALGUNA PARA QUE SE LLEVARA A EFECTO LA ENTREGA, en una palabra nos defendió a toda costa, al oír estas palabras los Militares recomendaron que nos atuviéramos a las consecuencias y al mismo tiempo IMPEDIRIAN A TODA COSTA el uso como mascota de un perro. 
A finales del mismo año 1974 se toma de decisión de usar la imagen del CUERVO, siendo para esto la misma que usa el Tequila Cuervo, se opto eso porque para las celebraciones importantes de la P. M. se brindaba con dicho bebida. 




La primera vez que se uso esta imagen en un estandarte de la P.M. fue en la inmersión al Rio Chontalcuatlan del año 1975, en la Ceremonia de Honores a la Bandera efectuada por los miembros del Pentathlon, Rescate Alpino, Montañistas de México, Grupo Simas y Cimas, Cruz Roja Mexicana y Espeleólogos de México.
En el año 1976 en una visita efectuada a nuestro padrino de nombre FELIPE, quien era dueño de una casa de artículos militares ubicada en la calle de Venezuela esq. Argentina, en el centro de esta Cd. De México con el nombre de Artículos Militares México, nos comento que esa imagen del “CUERVO” no era muy bonita ni CONCORDABA la imagen que deberíamos mostrar a México.
Se dio a la tarea de crear una nueva para lo cual utilizo una imagen que salía en la televisión mexicana, sobre una caricatura denominada Las Urracas Parlanchinas que fueron creadas por Paul Terry, y fue lanzada por su propio estudio de animación, Terrytoons, en 1946. Ya con la imagen en mente lo único que realizo fue la estilización y Uniformar al personaje como si fuera un miembro de la POLICIA MILITAR: 






Efectuó el registro respectivo de Derechos de Autor otorgándole todos los Derechos y Beneficios a la Comandancia del Cuerpo Especial de Seguridad perteneciente a la Policía Militar del Pentathlon. A la desaparición de este Cuerpo en el año 1979 dentro de la ubicación del Cuartel General, se perdió la documentación respectiva sobre el registro, cesión de derechos y utilización de la mencionada imagen de la “URRACA”, pero obra en poder de los hijos de nuestro querido, amado y siempre respetado PADRINO FELIPE.