Mi vida mi pasión el Pentathlon Militar
Escrito por: Ofc. Hector A. Neve
Castro pentapn47
Para grupo: pentas de corazón
Contare una parte de mi historia personal.-
Mi abuelo en los años 50 y 60´s formo parte de los
diferentes gabinetes presidenciales de aquel entonces, por este motivo recibía
invitaciones especiales para asistir a Palacio Nacional, en el año de 1965 como
en los anteriores la familia era instalada en uno de los palcos de Palacio,
desde donde se presenciaba el desfile con motivo del Día de la Revolución, o
sea del 20 de Noviembre; yo tenía escasos 10 años de edad y para mí era
BASTANTE aburrido ver cientos de carros alegóricos y miles de personas DISFRAZADAS
de Deportistas, la mayoría eran trabajadores el servicio del Estado a los
cuales les exigen estar en estos eventos. La mayoría de niños jugábamos en el
patio mientras nuestros familiares VEIAN el desfile, por azares del destino no había
con quien jugar, por lo que me fui a una de las tribunas que estaban a las
afueras de Palacio con uno de mis tíos de nombre Francisco, después de casi
cuatro horas de ese "interminable desfile": oí a lo lejos
exclamaciones de júbilo acompañadas de aplausos, dirijo la vista y mi atención
hacia la calle 20 de Noviembre la cual desemboca a un costado del Zócalo
Capitalino, lugar de donde provenía el alboroto popular, muchos gritaron en
coro ahí viene el PENTA, en la tribuna donde me encontraba la gente decía ahí
viene lo mero bueno del desfile son los jóvenes cadetes del PENTATHLON, y la
mera verdad no sabía de lo que hablaban y mucho menos me imaginaba lo que
presenciaría momentos después.
Al frente un joven mostraba un letrero el cual decía
escuetamente PDMU, atrás de este personaje una bellísima muchacha portando una
Bandera Nacional; a sus costados custodiada por unos personajes que confundí
con Cadetes del Heroico Colegio Militar, mi tío corrigió al momento, con voz
muy gruesa me dijo: chamaco tonto esos son Cadetes del Pentathlon Militar, mira
con que porte y gallardía van desfilando luego luego se aprecia que son de los
mejores menciono muy ufano. Con mi cara de que estas diciendo, casi con enfado
y frunciendo el ceño, comente “ni que fuera para tanto”. Posteriormente hicieron
su aparición más de 100 elementos que integraban una Banda de Guerra;
utilizando como vestimenta un uniforme color gris acero, la cual empezó un
desplazamiento montando unos sobre otros hasta formar lo que hoy conozco con el
nombre de Pirámide Monumental; empezaron al compás de un toque de clarín a
interpretar un canto:
MARCHA PENTA.- (La marcha del Pentathlón es el canto
característico de nuestro actuar en actividades cotidianas de preparación
física, moral y espiritual.)
Adelante Pentathlón La patria te llama ya, Defendiendo
nuestro suelo, Que tu ejemplo salvará.
Caminemos sin temor, Con el pecho al invasor, Nuestra sangre
por la causa Las campiñas regarán.
En guardia Pentathlón, Protege con tu valor, Este suelo que
en tu alma, Es un símbolo de amor.
Y embargados de emoción, Con la mano al corazón, A la patria
juraremos, Dar la vida por su honor.
Muy de mañana, Y con la luz primera, Ya nuestra marcha, En
el bosque resonó.
Bajo la fonda, Se pierde la columna, Y en lo alto un lucero,
Se ocultó.
Voy a la lucha por mi ideal:
"Patria, honor y fuerza"
Y con mi lema, Quedará
escrito, En la historia, Con gloria sin par.
¡PENTATHLÓN!
Oh sorpresa mi tío “Pancho” se lo sabía de Memoria, lo
miraba yo con cara de “a este que mosca le pico”.
Al terminar este canto y toques de banda se abrieron paso
otros jóvenes, portando bastantes banderas de color azul con un escudo en la
parte media la cual era la imagen de un águila con dos cabezas. Atrás de estos
muchos más vestidos con un pantalón de
mezclilla y una sudadera blanca, en el centro de esta prenda se apreciaba un
escudo en forma de pentágono con la misma imagen del águila. Formaron pirámides en formas distintas unas
con más elementos que otras, al terminar de conformarlas gritaron:
Aijin aijon aijesa, aijin aijon aijesa
Pin pon pesa, pin pon pon
Patria, Honor y Fuerza
PENTATHLON
“Boitelas” mi tío de nuevo con unos gritos que asemejaban
los ladridos de un perro atropellado diciendo lo mismo.-
Además echando porras y vítores diciendo; RECLUTAS échenle
ganas ustedes pueden, arriba el PENTA. Ahora pensaba yo “A este buey que le
pasa, de cual tomo o fumo, que sangronadas son esas”.
Les toco su turno a carros alegóricos en los cuales
encontrabas: Gimnastas, Boxeadores, Luchadores, Judocas, Pulsadores; entre otros más.
Posteriormente hicieron su aparición una bola de chamacos
casi tan escuincles como yo, como ya comente tenía diez años en ese entonces,
hicieron como decía vulgarmente Circo Maroma y Teatro, no me pareció muy
atractivo. Después unas jóvenes en su mayoría no muy bonitas haciendo una tabla
Gimnastica, con unos palos con flecos de papel; y lo mismo, ya me estaba aburriendo
de tantos gritos de mi tío y de lo que estaba viendo. Desfilaron varios grupos
más con diferentes actividades deportivas (no muy de mi agrado). Después otros
saltando hacia el interior de un Aro con Fuego, para caer en el duro pavimento,
esto si llamo mi atención diciéndome ¡Ay! en la mad… haber si no se queman.
Para no variar la misma cantinela de mi tío: Viva, Bravo,
Échenle ganas, Así se hace, PENTA, PENTA, PENTA, ya me tenía lo de penta hasta
el “copete” o casi casi hasta en la sopa.
Como quince minutos después y tras el paso frente a Palacio
Nacional de un número indeterminado de jóvenes los cuales según mis propios
cálculos serían más de tres mil, se sintió un RETUMBAR en la estructura metálica
de la tribuna donde me encontraba, me dije a chingaos “está temblando o que está
sucediendo”, ojala no se venga abajo esta mugre.
Eran otros jóvenes que corrían pegándole al piso con sus
botas, como si quisieran hacer hoyos en el pavimento o ver de estaba hecho
este, el golpeteo era casi casi estruendoso. Un tipo mal encarado hizo una indicación
a un individuo con corneta, el cual emitió unos sonidos desconocidos para mí; y
otra vez mi tío, GRITO: ya viene la DEFENZA PERSONAL, el de la corneta; tutu, tutu, tutu, tara,
tara, tu tu tu, el mal encarado alzo su brazo hizo una señal girándolo varias
veces y ordeno.- Zafarrancho de Combate:
órale los muchachos se pusieron a darse en la mad…. Tirándose unos golpes,
patadas, sacando unos cuchillos quien sabe de dónde, para tratar de MATAR a quien estaba frente de
ellos, se daban hasta con la CUBETA como popularmente decimos, hasta casi les
pasa lo que al perico, si no se agachan se chin…………
Mi tío como enajenado mental, hasta la baba tiro de la
emoción, a mi esta exhibición me gusto bastante, porque los TRANCAZOS me llaman
mucho la atención. Gritos y más gritos, aplausos, estupor de otras gentes,
alegría reflejada en los rostros, las mujeres que estaban viendo mandaban besos
a los jóvenes del PENTA. Aquello era de locura, y hasta me contagio el sentir
de la gente; me invadió la emoción con lo que estaba viendo y viviendo se me
enchino la piel.
Para mi sorpresa todavía restaba lo mejor del evento, LA
CABALLERIA, tenía yo imágenes de las películas de “vaqueros y romanos”: los
militares contra los “indios” o
“esclavos”, el Coliseo Romano con sus carros manejados por Centuriones; el
Gral. Custer vs. Caballo Loco y sus apaches (entre otras historias contadas en
las películas).
Las evoluciones que fueron para mí una Delicia fue el ver a
unos Jinetes parados sobre el lomo o grupas de un caballo, paradas al estilo
Indio a todo galope, formaciones de dos o más caballos bien encarrerados con un
tipo de cabeza entre los estribos de costado, otros formando pirámides, con un
control sobre las bestias absoluto. Esto
fue lo que más me impresiono en toda forma y extensión de la palabra me quede
bien p…….. perplejo.
Quería seguir viéndolos deleitarme con ellos por eso le pedí
a mi tío que si podíamos seguirlos en su trayecto, me indico que esto era muy
arriesgado: ya que por la velocidad que llevan al hacer una evolución los
caballos llegarían a resbalar por lo inseguro del pavimento y las condiciones
no propicias de las calles. Pero que si estábamos donde los de Defensa Personal
había una posibilidad de seguirlos, y así lo hicimos hasta llegar unas cuadras
más allá del Monumento a la Revolución o sea a la calle de Sadi Carnot, donde
se encuentra el Cuartel General del Pentathlon Deportivo Militar Universitario
(P.D.M.U.), nombre con el cual se conocía a la Institución por esos años. Cual
va siendo mi sorpresa que varios de los jóvenes del PENTA saludaban muy efusivamente
a mi tío, primero llevándose la mano al pecho en forma de escuadra y además
“chocando” los talones de las botas dándose un golpe que hasta mí me dolía:
expresando Mi Teniente como esta que milagro, para posteriormente darse un
abrazo muy afectuoso. Quede totalmente impresionado con estos hechos. Tanto que
no me quede con las ganas de preguntar: Tío de donde te conoce tanta gente del
Penta; me indico mira hijo tu Abuelo estuvo en el PENTATHLON, él nos inscribió tanto
a tu tío Manuel como a mi antes de hacer nuestro Servicio Militar, aquí
conocimos a tu padre quien también llego al grado de Teniente, le presentamos a
nuestra familia y de mis hermanas prefirió a tu Mama y se casaron. Ahora a ti te toca decidir si
quieres estar en el PENTA, y por supuesto no lo pensé dos veces y le dije que
si, por supuesto, y ese mismo día quede inscrito en el PENTA MENOR, iniciando
mis actividades el día 3 de Enero de 1966 y permaneciendo en activo bastantes
años, consiguiendo además tener el gusto de haber pertenecido a varias
Escuelas, Unidades o Cuerpos de mi amado PENTATHLON.