PREÁMBULO PARA EL CÓDIGO FUNDAMENTAL
Colaboración:
Hector A. Neve Castro pentapm47
Para grupo:
pentas de corazón
Continuación
de la Conferencia efectuada por el Comandante General “Ad vitam” de la
Institución, Dr. Jorge Jiménez Cantú, en la Primera Convención Nacional de
Jefes del PDMU, durante los días 5 y 6 de diciembre de 1956).
PREÁMBULO PARA EL CÓDIGO FUNDAMENTAL
El
Pentathlon Deportivo Militar Universitario es una organización fundada por Universitarios
que, conscientes de la decadencia intelectual y de la degradación física y moral
de la juventud mexicana, tuvieron la idea de crear un organismo que aunara una disciplina
intelectual y colectiva, con la formación de un cuerpo resistente por medio del
deporte y el desarrollo de una inteligencia sana, todo ello encaminado a la
formación de un espíritu fuerte, digno de servir a la Patria.
Adoptó
el nombre de “UNIVERSITARIO” por el origen de sus miembros fundadores y porque
de la Universidad, Institución Máxima de la Cultura en México, deben salir las avanzadas
patrióticas que lleven a cabo la reconstrucción moral e intelectual de la
Nación, sobre bases sólidas de verdadero patriotismo y sentido profundo de
responsabilidad, que permitan edificar una Patria grande que ocupe el lugar que
merece entre las demás naciones grandes del mundo.
De
ningún modo debe entenderse que para ingresar al Pentathlon sea necesario ser Universitario
o haberlo sido, pues para la realización de esta patriótica labor deben unirse no
sólo el elemento estudiantil de toda la República, sino toda la juventud
nacional que ame sinceramente a la Patria y desee dignificarla, no importándole
para ello aún el sacrificio de su vida.
Es así como el
Pentathlon Deportivo Militar Universitario se dispone a servir a México bajo el
lema de: “PATRIA, HONOR Y FUERZA”
Capítulo
Primero
Finalidades
Artículo
1.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario tiene como finalidad suprema la
grandeza de la Patria. Lucha por su Libertad y su Poder, por su Honor y su
Cultura, por la integridad de su Patrimonio y el valor de una Heroica
Tradición. Lucha por el respeto y el progreso de las instituciones que en los
Sectores Moral, Científico, Artístico o Deportivo se forjen en el Trabajo, en
el Orden, en el Deber y en la Fraternidad de sus Hombres.
Artículo
2.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario trata de realizar e intuir en
todos sus componentes las cuatro siguientes finalidades:
I.-
ESPIRITUAL, que comprende:
a) Integridad
moral
b) Lealtad
c) Amor
intenso a la patria
d) Fraternidad
e) Valor y
caballerosidad
f) Sentido del
deber
g) Disciplina
h) Sentido
estético
II.-
INTELECTUAL, que comprende:
a)
Mejoramiento y ampliación progresiva de nuestros conocimientos
b) Espíritu
investigador
III.-
CORPORAL, que comprende:
a) Salud
b) Resistencia
c) Fuerza
d) Agilidad
e) Campaña
sistemática en contra del vicio
IV.- MATERIAL,
que comprende:
a) Trabajo
constante, constructivo y creciente
b)
Coordinación de esfuerzos para la obtención del máximo provecho
c) Cooperación
y auxilios recíprocos
Artículo
3.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario colaborará eficazmente para la
unificación de toda la juventud que sienta y aspire a los anteriores
postulados, amparándose bajo una misma Bandera Ideológica: La Patria
Artículo
4.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario basándose en las finalidades que
persigue, adopta el lema de: “PATRIA, HONOR Y FUERZA”
El
año de 1939, fue un año de particulares esfuerzos de parte de todos los
integrantes del Pentathlon Universitario, como ya lo habíamos expresado, en ese
año empezó a difundirse la idea del Pentathlon, en varios Estados de la
República. Es de justicia hacer mención de las siguientes personas que se
distinguieron en forma muy destacada en el período de 1939, entre ellos, todos
cadetes distinguidos del Pentathlon, recordamos a JOSÉ URBANO BLANCHET, CARLOS
NIÑO DE RIVERA, fundador del Cuerpo de Caballería del Pentathlon, los hermanos
RODOLFO y ALBERTO LIMÓN, RAFAEL IZQUIERDO IBÁÑEZ, MARCELO MENDOZA PARADA, JORGE
GARIBAY ROMANILLOS, ALFONSO ICAZA ICAZA, GINÉS NAVARRO DÍAZ DE LEÓN, FIDEL RUÍZ
MORENO, GUSTAVO MUÑOZ MIRELES, JORGE CEBALLOS LAVAT, JOSÉ TORRES VALDEZ,
ENRIQUE ORVAÑANOS, fundador del Cuerpo de Ingenieros, ARTURO SCHOEDER, RICARDO
LARA, ROLANDO LARA, FERNANDO ACOSTA DE LA VEGA, ENRIQUE ZAPATA, ROBERTO URÍAS,
ALBERTO YARZA, BRAULIO PERALTA, ANDRÉS LUNA CASTRO, RAFAEL DEL PASO REINERT, ALFONSO
PADILLA, JORGE GARCÍA DOMÍNGUEZ, CLEMENTE HERRERA MONROY, MIGUEL AUGUSTO
ARANDA, LUIS ERLICH FIGUEROA, ALFONSO CHÁVEZ.
En
este año y algunos meses después de haber hecho su aparición el Pentathlon en público,
después de haber desfilado por primera vez en la Ciudad de Puebla y siguiendo
las prácticas como los meses anteriores, siempre a las 06.00 de la mañana,
prácticas deportivas y prácticas militares, se cambiaron impresiones acerca de
la necesidad de que, el Pentathlon Universitario fuera abanderado oficialmente.
Algunas personas discutían si debería entregarse la Bandera Nacional con
Honores de Guerra o bien si no se debería recurrir al auxilio oficial para
tener nuestra Bandera Nacional, sino el propio Pentathlon adquirirla. No obstante
que la disciplina militar del Pentathlon, los conocimientos y la estructura del
Pentathlon Universitario desde el punto de vista militar, nunca ha obedecido a
una finalidad expresa, sino a uno de tantos medios para adquirir su finalidad
fundamental, de la integración completa del desarrollo de la personalidad del
joven, siempre se consideró que la base disciplinaria de tipo militar era una
parte medular en nuestra Institución y en tal finalidad se pensó también, que
habría que recurrir a las Autoridades Militares y seguramente comprenderían
perfectamente bien este movimiento, para pedirle que el Pentathlon
Universitario fuera abanderado con honores de guerra, ya que se trataba de una institución
militarizada.
Correspondió
este mérito a BRAULIO PERALTA RODRÍGUEZ, uno de los doce fundadores del Pentathlon
Universitario, el que realizó las primeras gestiones para que el Pentathlon
tuviera su Bandera Nacional.
En
aquella época fungía como Director Técnico Militar el General JUAN FELIPE RICO,
que aún no tenía conocimiento de lo que el Pentathlon era y lo que el Pentathlon
pretendía.
Braulio
Peralta entrevistó al Gral. Juan Felipe Rico, le expresó cual era la finalidad
suprema del Pentathlon Universitario. Cómo esta Institución ya empezaba a
distinguirse en toda la República con el afán de reunir en un haz de voluntad a
la juventud mexicana y no solamente a la juventud estudiosa del País, sino a la
juventud obrera, a la juventud campesina, y realizar a través de la juventud
una verdadera unidad nacional, dentro del orden, dentro del trabajo y del
progreso. El General Juan Felipe Rico creyó lo que Braulio Peralta le dijo;
pero quiso tener un conocimiento más claro teniendo la oportunidad de platicar con los Jefes del Pentathlon y al
mismo tiempo teniendo la oportunidad de ver a los entonces cadetes del Pentathlon
Universitario.
Así,
ocho días después de la entrevista de Braulio Peralta, tuvimos la oportunidad
de platicar con el General Juan Felipe Rico, conoció con más detalles del
propósito fundamental del Pentathlon.
Conoció
personalmente y pudo apreciar los adelantos que los miembros del Pentathlon Universitario
habían alcanzado hasta ese momento. Cerca de 400 muchachos desfilaron frente a
su casa, marcialmente, con gran gallardía y el entusiasmo de Juan Felipe Rico
no se ocultó, ofreció en ese momento que sería el vector, sería el
intermediario ante el Secretario de la Defensa Nacional, para pedir que se
abanderara con honores de guerra a una Institución que él ya la consideraba
desde ese momento distinguida.
Fungía
entonces como Secretario de la Defensa Nacional el General JESÚS AGUSTÍN CASTRO.
Fue Juan Felipe Rico quien trasmitió al Gral. Jesús Agustín Castro lo que el Pentathlon
era, pretendía y representaba. Después de una consulta al señor Presidente de
la República, se aprobó que el Pentathlon Universitario fuera abanderado y el ABANDERAMIENTO
DEL PENTATHLÓN Y LA PRIMERA JURA DE BANDERA de nuestra Institución tuvo lugar
el 22 de julio del año de 1939, en el Parque San Martín de la Ciudad de México,
con la asistencia de varios atachés militares de distintos países, con la asistencia
de un Batallón de Infantería. El Pentathlon Universitario recibió su Bandera
Nacional
del entonces Secretario de la Defensa, General Jesús Agustín Castro. Fue una ceremonia
emotiva e inolvidable. Los cadetes del Pentathlon recibieron su Bandera a los acordes
del Himno Nacional. Se hicieron tensas las fibras más recónditas de nuestra
alma, sentimos que el Pentathlon Universitario tenía un verdadero arraigo en
nuestra Patria y que respondía a una verdadera necesidad, a un aliciente de
unión, de fraternidad, de progreso, de orden y de bien para toda la juventud.
Como
entonces no se contaba con un local, la Bandera Nacional fue conducida por las calles
de la Ciudad de México y entregada para su custodia a la Universidad Nacional;
se depositó por primera vez en las oficinas de la Rectoría de la Universidad
Nacional Autónoma de México. En realidad, no podía haber lugar más adecuado
para depositar la Bandera Nacional de México, que el de la Universidad
Nacional, no contando para entonces el Pentathlon, por centro de reunión, ni
por oficinas, sino la sombra de los árboles, los jardines, los parques, el
Bosque de Chapultepec donde se realizaban las prácticas diarias, ahí mismo era
donde el cuerpo directivo del Pentathlon, el ESTADO MAYOR que ya se le llamaba
entonces, se reunían para cambiar sus impresiones y para pensar la forma en que
el Pentathlon pudiera realizar sus mejores adelantos.
Este
abanderamiento del Pentathlon Universitario habría de tener magnífica
repercusión dentro de la Universidad Nacional, todo el público se enteró de
éste grupo bizarro de muchachos; el Rector de la Universidad Dr. Gustavo Baz,
también tuvo conocimiento ya que fue él uno de los principales entusiastas y de
los asistentes más destacados a la entrega de esa Bandera, pensó que con toda
seguridad la Universidad Nacional Autónoma de México recibiría con gusto, con
entusiasmo y con honor la Bandera de la Patria en cada una de sus Escuelas y
Facultades y tuvo la oportunidad de plantear la posibilidad de que fuera abanderada
íntegramente la Universidad Nacional, formando escolta el Pentathlon de todas las
Banderas de las distintas Escuelas y Facultades Universitarias.
El
Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas aprobó el propósito del
proyecto el día 2 de septiembre para hacer entrega de 16 Banderas a las tantas
Escuelas y Facultades Universitarias. El lugar de reunión habría de ser el
Monumento de la Revolución; el grupo destacado para los honores: El Pentathlon
Universitario. Ese fue otro día inolvidable, en la gran Plaza de la República
estaban reunidos íntegramente el Colegio Militar, la Escuela Médico Militar, la
Escuela de Transmisiones, algunos Batallones de Infantería, varias Bandas de
Música, numerosas Bandas de Guerra y a los acordes del Himno Nacional y a los
Honores de la Bandera, el Presidente de la República hacía entrega de esas
Banderas Nacionales, abanderando con Honores de Guerra a toda la Universidad
Nacional Autónoma de México.
Después
de ese abanderamiento solemne, desfiló el Pentathlon escoltando todas esas Banderas,
y desfilaron también todos los Cuerpos Militares que habían asistido para darle
mayor relieve al Acto. Multitud de estudiantes universitarios, miles, aclamaban
a las Banderas Nacionales; el sentimiento patrio se exaltaba en esta forma, se
vinculaba así el estudiante universitario, dejando a un lado sus diferencias de
políticas doctrinarias y tendía, al propósito de unidad de la Universidad; se
sentía amparado por una sola Bandera Ideológica: LA DE LA PATRIA.
Continuó
la marcha del Pentathlon Universitario, continuaron sus esfuerzos y continuaron
sus triunfos; podemos decir que, no había una sola Escuela de la Universidad
que no estuviera representada dignamente dentro del Pentathlon.
Para
este año varios de los Estados de la República ya reunían jóvenes a las 06.00
de la mañana también, con los mismos propósitos nuestros. Para fines de 1939 en
la Ciudad de México se reunían cuatro Compañías de Infantería, dos Compañías de
Reclutas, una Fracción de Artillería y una Fracción de Enlaces y Transmisiones.
Alrededor de 700 muchachos actuaban en el Bosque de Chapultepec. Este hecho
daba ya la impresión de ser algo firme, de ser algo indestructible, de ser algo
que iba trascendiendo y que iba causando honda huella en el ánimo de todos los
estudiantes; pero fue unos pocos meses después en que, quizá algunos por
agotamiento, otros porque había perdido el Pentathlon para ellos el valor de la
cosa nueva, de la novedad, otros porque quizá no encontraron en el Pentathlon lo
que quizá buscaban, algún provecho exclusivamente de carácter personal o algún movimiento
de carácter político como los acostumbrados, sino exclusivamente una organización
de trabajo, de esfuerzo, de dedicación. Por uno o por otro motivo, fue disminuyendo
el número de pentathletas. Para el mes de marzo de 1940, después de haber tenido
alrededor de 700 muchachos, se podían reunir en el Cuartel llamado del
Cacahuatal, Cuartel destinado para las prácticas en virtud de que al Pentathlon,
desde el año de 1939, ya se le habían entregado armas, habiéndose acudido
primeramente al Cuartel de la Ciudadela, que era donde se guardaba el
armamento, y posteriormente en el Cacahuatal; pues bien, asistían únicamente 80
muchachos, y entre esos 80 muchachos se contaban los viejos, los cadetes y los
reclutas. No era una novedad y sin embargo aunque constituía un desánimo fundamental,
un desaliento, para los que teníamos completamente arraigada la idea del Pentathlon,
era una llamada de atención para redoblar los esfuerzos y los entusiasmos, ya que
en otra ocasión, un poco después de haber alcanzado también un número más
elevado, que fue a finales de 1938 y principios de 1939, hubo ocasión en que
nos reunimos en el Bosque de Chapultepec, únicamente tres personas. Alguien
pensó que era inútil seguirse reuniendo después de que se reunían cientos de
muchachos, cuando solamente se reunían once y cuando les iba bien se juntaba
una sección. Parecía que la idea pentathlónica se había consumado. Así que
reunir en 1940 a 80 miembros no era novedad, pero aunque no nos causaba ninguna
satisfacción; de lo que sí teníamos seguridad, era que dentro de esos 80
muchachos, había mucha decisión de vencer, y así, volvieron a reunirse viejos pentathlónicos.
En
1940 con su esfuerzo y con su entusiasmo le dieron mayor carácter al Pentathlon
Universitario una lista grande de amigos; me concretaré exclusivamente a
mencionar algunos: EUGENIO FORTUL, GILBERTO ALCÉRRECA, MARCOS RUSSEK y a FERNANDO
ZÁRATE. Para esta época, la Dirección Técnica Militar le había nombrado al Pentathlon
Universitario a un asesor militar, pues GONZALO HIDALGO se había retirado del Pentathlon
por actividades de índole personal incompatibles ya, con su actividad dentro del
Pentathlon. Fue nombrado el Capitán JESÚS SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, hermano del Gral. Tomás Sánchez Hernández.
Este
Capitán representó dentro del Pentathlon un vínculo con los militares;
comprendió la idea pentathlónica desde el principio y fue el mejor amigo de los
muchachos, al mismo tiempo que magnífico instructor para impartir academias militares,
hombre de un gran humor, alegre, de las personas que inspiraban confianza.
Fue
muy importante la actuación del Capitán Jesús Sánchez Hernández en el primer ensayo
militar que tuvo el Pentathlon, al formar parte del Escuadrón Motorizado con motociclistas
del Departamento de Tránsito, pues fueron entrenados como ametralladoritas para
participar en el simulacro, en el que el Ejército de México, atacaba a la
Ciudad de Puebla, y el Ejército de Puebla le defendía en el Valle de Puebla. El
Grupo Motorizado pasó por el Paso de Cortés y los muchachos del Pentathlon bien
entrenados, tuvieron esta experiencia con todo éxito. Se hicieron acreedores de
felicitaciones calurosas de Jefes y Oficiales del simulacro, por el ánimo y
fibra que demostraron. Ya se había hecho también, una costumbre que el Pentathlon
desfilara en Puebla el 5 de mayo.
El
16 de septiembre de 1940 el Pentathlon Universitario desfila por primera vez en
la Ciudad de México portando sus uniformes de gala. Podríamos seguir refiriendo
pormenores de la vida pentathlónica, detalles, muchos serios, muchos chuscos,
prácticas de campo, prácticas nocturnas, de dos, de tres días; el conocimiento
que los pentathlónicos iban teniendo de sus montañas, de sus valles, de sus
desiertos, en los contornos de la Ciudad de México, en los Estados
circunvecinos al Distrito Federal. Podemos decir con absoluta seguridad que no
hay lugar que rodee al Distrito Federal, que no hay cumbre por alta que sea,
que no haya sido visitada por el Pentathlon Universitario.
El
Pentathlon Universitario era una Institución “sui generis”, o cuando menos así
debía ser; por su estructura de carácter militar debería tener un Estado Mayor,
donde los compromisos de los miembros del Estado Mayor se refirieran
particularmente a las máximas necesidades de la Institución. Un Estado Mayor
con un Jefe y ese Jefe era el Jefe del Pentathlon, que tenía la posibilidad de
nombrar a sus colaboradores inmediatos, e incluso la posibilidad de nombrar a
su sucesor, siempre y cuando los demás miembros de ese Estado Mayor estuvieran
de acuerdo y por añadidura debería formar parte de ese Estado Mayor, el que
sería el Subjefe del Pentathlon.
La
responsabilidad del Pentathlon está escalonada; pero hay un responsable
fundamental, de lo bueno o de lo malo, que es el Jefe del Pentathlon El Jefe
del Pentathlon que cargará todas las responsabilidades, que cargará y
arrastrará con todos los éxitos y con todas las deficiencias, pero que así
mismo, este espíritu de responsabilidad lo transmitirá a todos los pentathlónicos
para hacerlos comprender sus deberes y para ejemplificarlo, porque es la mejor
manera de predicar, con el ejemplo, para que todos los pentathlónicos supieran
ubicarse dentro del lugar que les corresponde en la Institución.
Así,
pensando en el contenido, tanto estructural administrativo del Pentathlon, como
en el contenido espiritual, se reunieron en un haz de ideas todo un conjunto,
que en síntesis pudiera explicar lo que el Pentathlon Universitario es como
organización de la juventud, y para entonces pudo concretarse en las siguientes
palabras lo que el Pentathlon Universitario como organización de la juventud es
y pretende:
El
PENTATHLÓN UNIVERSITARIO es la organización de la juventud mexicana que pretende
la exaltación de la PATRIA y de los VALORES HUMANOS, la nobleza de sus ideales
le conquistarán un lugar de honor en la Historia y uno muy señalado en la mente
y en el espíritu de quienes sean capaces de conocer el bien y aspirar a la
verdad. Los componentes del Pentathlon Universitario tienen conciencia de su
misión y responsabilidad, con ánimo de soldado y de apóstol, lucharán porque la
unidad de los mexicanos sea real y permanente.
En
el Pentathlon la noción del valor del YO integral es clara y más aún, cuando se
concluye que la grandeza de los pueblos es la resultante de la grandeza de sus
instituciones y de sus individuos. Es pues, el ente fundamental para la formación
de los conjuntos eficaces, no es una pieza aislada y sin discriminación oculta
en una masa amorfa; es la célula vital componente de un organismo vigoroso: LA
NACIÓN.
De
la Universidad crisol de ideas en evolución constante, nació esta idea que
prolifera ya en toda la República; el joven del Pentathlon es un defensor de la
libertad para practicar el bien, de la libertad ordenada, es enemigo de la
libertad para practicar el mal, en este caso la libertad prostituida se llama
libertinaje vil. La moral pentathlónica es de carácter afirmativa subordinada a
la justicia social, el equilibrio ideal es un factor en el progreso verdadero,
no hay Patria cuando existen dos castas, desposeídos y poseedores, el auxilio
prestado a quien lo necesita es una obligación social imperiosa, dar lo que
sobra en beneficio de los que nada tienen, no es generosidad, sino apenas un
deber elemental.
La
fórmula “vivir de los demás” deberá transformarse en “ALLIS VIVERE”, “vivir
para los demás”. La Patria tiene la necesidad de ser fuerte, sus ciudadanos
tienen la necesidad de ser fuertes y capaces también, la Patria tiene la
necesidad de ser Honrada y Grande, sus ciudadanos tienen la obligación de ser
nobles y trabajadores, la Patria tiene la necesidad de ser UNA; la unidad
nacional será posible en un ambiente de responsabilidad, de justicia, de trabajo
y de mancomunados esfuerzos.
Estos
son los propósitos del Pentathlon al tratar de orientar la marcha de sus
juventudes, creando los hábitos disciplinarios óptimos, reuniendo al mejor
intelectual, al mejor atleta, al trabajador más apto, al hijo ideal, al noble
amigo, al ciudadano responsable, al mejor hombre.
Como
ustedes han escuchado, en este conjunto de ideas se resumen muchos de los propósitos
y muchas de las posibilidades, para expresar concretamente lo que el Pentathlon
Universitario pretende, eso no obstante que data de muchos años, sigue teniendo
el valor de actualidad; es una recomendación a todos los pentathlónicos, en
particular a todos ustedes que fungen como Instructores de la ESCUELA DE
RECLUTAS, que traten, no de aprenderse de memoria exclusivamente estas
palabras, estos párrafos, sino que traten de conocer la parte medular que hay
en cada uno de los párrafos, con el objeto de que lo puedan explicar en forma
conveniente y amplia a todos sus subordinados. Es conveniente que hagan ustedes
de cada uno de estos postulados, un propósito de vida dentro del Pentathlon y
fuera de él; seguimos creyendo que las mejores realizaciones en la Patria, se inician
dentro de la familia, se inician dentro del hogar, prosiguen en la escuela y
creemos con toda seguridad, que el individuo que triunfa en el hogar, ha
triunfado en la participación más clara y más íntima que le corresponde como
patriota. Creemos en el muchacho, el estudiante que triunfa en el medio
ambiente en el cual se va formando; creemos también que el hombre que triunfa
en la amistad, en la amistad de hombre con hombre, en la amistad que pueda
tener con la mujer, el que triunfa en sus amores, es también un buen patriota.
(Conferencia
efectuada por el Comandante General “Ad vitam” de la Institución, Dr. Jorge Jiménez
Cantú, en la Primera Convención Nacional de Jefes del PDMU, durante los días 5 y
6 de diciembre de 1956).
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