lunes, 20 de agosto de 2012

Preambulo Codigo Fundamental





PREÁMBULO PARA EL CÓDIGO FUNDAMENTAL

Colaboración: Hector A. Neve Castro     pentapm47
Para grupo: pentas de corazón
Continuación de la Conferencia efectuada por el Comandante General “Ad vitam” de la Institución, Dr. Jorge Jiménez Cantú, en la Primera Convención Nacional de Jefes del PDMU, durante los días 5 y 6 de diciembre de 1956).

PREÁMBULO PARA EL CÓDIGO FUNDAMENTAL

El Pentathlon Deportivo Militar Universitario es una organización fundada por Universitarios que, conscientes de la decadencia intelectual y de la degradación física y moral de la juventud mexicana, tuvieron la idea de crear un organismo que aunara una disciplina intelectual y colectiva, con la formación de un cuerpo resistente por medio del deporte y el desarrollo de una inteligencia sana, todo ello encaminado a la formación de un espíritu fuerte, digno de servir a la Patria.

Adoptó el nombre de “UNIVERSITARIO” por el origen de sus miembros fundadores y porque de la Universidad, Institución Máxima de la Cultura en México, deben salir las avanzadas patrióticas que lleven a cabo la reconstrucción moral e intelectual de la Nación, sobre bases sólidas de verdadero patriotismo y sentido profundo de responsabilidad, que permitan edificar una Patria grande que ocupe el lugar que merece entre las demás naciones grandes del mundo.

De ningún modo debe entenderse que para ingresar al Pentathlon sea necesario ser Universitario o haberlo sido, pues para la realización de esta patriótica labor deben unirse no sólo el elemento estudiantil de toda la República, sino toda la juventud nacional que ame sinceramente a la Patria y desee dignificarla, no importándole para ello aún el sacrificio de su vida.

Es así como el Pentathlon Deportivo Militar Universitario se dispone a servir a México bajo el lema de: “PATRIA, HONOR Y FUERZA”

Capítulo Primero

Finalidades

Artículo 1.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario tiene como finalidad suprema la grandeza de la Patria. Lucha por su Libertad y su Poder, por su Honor y su Cultura, por la integridad de su Patrimonio y el valor de una Heroica Tradición. Lucha por el respeto y el progreso de las instituciones que en los Sectores Moral, Científico, Artístico o Deportivo se forjen en el Trabajo, en el Orden, en el Deber y en la Fraternidad de sus Hombres.

Artículo 2.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario trata de realizar e intuir en todos sus componentes las cuatro siguientes finalidades:

I.- ESPIRITUAL, que comprende:
a) Integridad moral
b) Lealtad
c) Amor intenso a la patria
d) Fraternidad
e) Valor y caballerosidad
f) Sentido del deber
g) Disciplina
h) Sentido estético

II.- INTELECTUAL, que comprende:
a) Mejoramiento y ampliación progresiva de nuestros conocimientos
b) Espíritu investigador

III.- CORPORAL, que comprende:
a) Salud
b) Resistencia
c) Fuerza
d) Agilidad
e) Campaña sistemática en contra del vicio

IV.- MATERIAL, que comprende:
a) Trabajo constante, constructivo y creciente
b) Coordinación de esfuerzos para la obtención del máximo provecho
c) Cooperación y auxilios recíprocos

Artículo 3.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario colaborará eficazmente para la unificación de toda la juventud que sienta y aspire a los anteriores postulados, amparándose bajo una misma Bandera Ideológica: La Patria

Artículo 4.- El Pentathlon Deportivo Militar Universitario basándose en las finalidades que persigue, adopta el lema de: “PATRIA, HONOR Y FUERZA”

El año de 1939, fue un año de particulares esfuerzos de parte de todos los integrantes del Pentathlon Universitario, como ya lo habíamos expresado, en ese año empezó a difundirse la idea del Pentathlon, en varios Estados de la República. Es de justicia hacer mención de las siguientes personas que se distinguieron en forma muy destacada en el período de 1939, entre ellos, todos cadetes distinguidos del Pentathlon, recordamos a JOSÉ URBANO BLANCHET, CARLOS NIÑO DE RIVERA, fundador del Cuerpo de Caballería del Pentathlon, los hermanos RODOLFO y ALBERTO LIMÓN, RAFAEL IZQUIERDO IBÁÑEZ, MARCELO MENDOZA PARADA, JORGE GARIBAY ROMANILLOS, ALFONSO ICAZA ICAZA, GINÉS NAVARRO DÍAZ DE LEÓN, FIDEL RUÍZ MORENO, GUSTAVO MUÑOZ MIRELES, JORGE CEBALLOS LAVAT, JOSÉ TORRES VALDEZ, ENRIQUE ORVAÑANOS, fundador del Cuerpo de Ingenieros, ARTURO SCHOEDER, RICARDO LARA, ROLANDO LARA, FERNANDO ACOSTA DE LA VEGA, ENRIQUE ZAPATA, ROBERTO URÍAS, ALBERTO YARZA, BRAULIO PERALTA, ANDRÉS LUNA CASTRO, RAFAEL DEL PASO REINERT, ALFONSO PADILLA, JORGE GARCÍA DOMÍNGUEZ, CLEMENTE HERRERA MONROY, MIGUEL AUGUSTO ARANDA, LUIS ERLICH FIGUEROA, ALFONSO CHÁVEZ.

En este año y algunos meses después de haber hecho su aparición el Pentathlon en público, después de haber desfilado por primera vez en la Ciudad de Puebla y siguiendo las prácticas como los meses anteriores, siempre a las 06.00 de la mañana, prácticas deportivas y prácticas militares, se cambiaron impresiones acerca de la necesidad de que, el Pentathlon Universitario fuera abanderado oficialmente. Algunas personas discutían si debería entregarse la Bandera Nacional con Honores de Guerra o bien si no se debería recurrir al auxilio oficial para tener nuestra Bandera Nacional, sino el propio Pentathlon adquirirla. No obstante que la disciplina militar del Pentathlon, los conocimientos y la estructura del Pentathlon Universitario desde el punto de vista militar, nunca ha obedecido a una finalidad expresa, sino a uno de tantos medios para adquirir su finalidad fundamental, de la integración completa del desarrollo de la personalidad del joven, siempre se consideró que la base disciplinaria de tipo militar era una parte medular en nuestra Institución y en tal finalidad se pensó también, que habría que recurrir a las Autoridades Militares y seguramente comprenderían perfectamente bien este movimiento, para pedirle que el Pentathlon Universitario fuera abanderado con honores de guerra, ya que se trataba de una institución militarizada.

Correspondió este mérito a BRAULIO PERALTA RODRÍGUEZ, uno de los doce fundadores del Pentathlon Universitario, el que realizó las primeras gestiones para que el Pentathlon tuviera su Bandera Nacional.
En aquella época fungía como Director Técnico Militar el General JUAN FELIPE RICO, que aún no tenía conocimiento de lo que el Pentathlon era y lo que el Pentathlon pretendía.
Braulio Peralta entrevistó al Gral. Juan Felipe Rico, le expresó cual era la finalidad suprema del Pentathlon Universitario. Cómo esta Institución ya empezaba a distinguirse en toda la República con el afán de reunir en un haz de voluntad a la juventud mexicana y no solamente a la juventud estudiosa del País, sino a la juventud obrera, a la juventud campesina, y realizar a través de la juventud una verdadera unidad nacional, dentro del orden, dentro del trabajo y del progreso. El General Juan Felipe Rico creyó lo que Braulio Peralta le dijo; pero quiso tener un conocimiento más claro teniendo la oportunidad de  platicar con los Jefes del Pentathlon y al mismo tiempo teniendo la oportunidad de ver a los entonces cadetes del Pentathlon Universitario.
Así, ocho días después de la entrevista de Braulio Peralta, tuvimos la oportunidad de platicar con el General Juan Felipe Rico, conoció con más detalles del propósito fundamental del Pentathlon.

Conoció personalmente y pudo apreciar los adelantos que los miembros del Pentathlon Universitario habían alcanzado hasta ese momento. Cerca de 400 muchachos desfilaron frente a su casa, marcialmente, con gran gallardía y el entusiasmo de Juan Felipe Rico no se ocultó, ofreció en ese momento que sería el vector, sería el intermediario ante el Secretario de la Defensa Nacional, para pedir que se abanderara con honores de guerra a una Institución que él ya la consideraba desde ese momento distinguida.
Fungía entonces como Secretario de la Defensa Nacional el General JESÚS AGUSTÍN CASTRO. Fue Juan Felipe Rico quien trasmitió al Gral. Jesús Agustín Castro lo que el Pentathlon era, pretendía y representaba. Después de una consulta al señor Presidente de la República, se aprobó que el Pentathlon Universitario fuera abanderado y el ABANDERAMIENTO DEL PENTATHLÓN Y LA PRIMERA JURA DE BANDERA de nuestra Institución tuvo lugar el 22 de julio del año de 1939, en el Parque San Martín de la Ciudad de México, con la asistencia de varios atachés militares de distintos países, con la asistencia de un Batallón de Infantería. El Pentathlon Universitario recibió su Bandera
Nacional del entonces Secretario de la Defensa, General Jesús Agustín Castro. Fue una ceremonia emotiva e inolvidable. Los cadetes del Pentathlon recibieron su Bandera a los acordes del Himno Nacional. Se hicieron tensas las fibras más recónditas de nuestra alma, sentimos que el Pentathlon Universitario tenía un verdadero arraigo en nuestra Patria y que respondía a una verdadera necesidad, a un aliciente de unión, de fraternidad, de progreso, de orden y de bien para toda la juventud.
Como entonces no se contaba con un local, la Bandera Nacional fue conducida por las calles de la Ciudad de México y entregada para su custodia a la Universidad Nacional; se depositó por primera vez en las oficinas de la Rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México. En realidad, no podía haber lugar más adecuado para depositar la Bandera Nacional de México, que el de la Universidad Nacional, no contando para entonces el Pentathlon, por centro de reunión, ni por oficinas, sino la sombra de los árboles, los jardines, los parques, el Bosque de Chapultepec donde se realizaban las prácticas diarias, ahí mismo era donde el cuerpo directivo del Pentathlon, el ESTADO MAYOR que ya se le llamaba entonces, se reunían para cambiar sus impresiones y para pensar la forma en que el Pentathlon pudiera realizar sus mejores adelantos.

Este abanderamiento del Pentathlon Universitario habría de tener magnífica repercusión dentro de la Universidad Nacional, todo el público se enteró de éste grupo bizarro de muchachos; el Rector de la Universidad Dr. Gustavo Baz, también tuvo conocimiento ya que fue él uno de los principales entusiastas y de los asistentes más destacados a la entrega de esa Bandera, pensó que con toda seguridad la Universidad Nacional Autónoma de México recibiría con gusto, con entusiasmo y con honor la Bandera de la Patria en cada una de sus Escuelas y Facultades y tuvo la oportunidad de plantear la posibilidad de que fuera abanderada íntegramente la Universidad Nacional, formando escolta el Pentathlon de todas las Banderas de las distintas Escuelas y Facultades Universitarias.
El Presidente de la República, General Lázaro Cárdenas aprobó el propósito del proyecto el día 2 de septiembre para hacer entrega de 16 Banderas a las tantas Escuelas y Facultades Universitarias. El lugar de reunión habría de ser el Monumento de la Revolución; el grupo destacado para los honores: El Pentathlon Universitario. Ese fue otro día inolvidable, en la gran Plaza de la República estaban reunidos íntegramente el Colegio Militar, la Escuela Médico Militar, la Escuela de Transmisiones, algunos Batallones de Infantería, varias Bandas de Música, numerosas Bandas de Guerra y a los acordes del Himno Nacional y a los Honores de la Bandera, el Presidente de la República hacía entrega de esas Banderas Nacionales, abanderando con Honores de Guerra a toda la Universidad Nacional Autónoma de México.
Después de ese abanderamiento solemne, desfiló el Pentathlon escoltando todas esas Banderas, y desfilaron también todos los Cuerpos Militares que habían asistido para darle mayor relieve al Acto. Multitud de estudiantes universitarios, miles, aclamaban a las Banderas Nacionales; el sentimiento patrio se exaltaba en esta forma, se vinculaba así el estudiante universitario, dejando a un lado sus diferencias de políticas doctrinarias y tendía, al propósito de unidad de la Universidad; se sentía amparado por una sola Bandera Ideológica: LA DE LA PATRIA.

Continuó la marcha del Pentathlon Universitario, continuaron sus esfuerzos y continuaron sus triunfos; podemos decir que, no había una sola Escuela de la Universidad que no estuviera representada dignamente dentro del Pentathlon.
Para este año varios de los Estados de la República ya reunían jóvenes a las 06.00 de la mañana también, con los mismos propósitos nuestros. Para fines de 1939 en la Ciudad de México se reunían cuatro Compañías de Infantería, dos Compañías de Reclutas, una Fracción de Artillería y una Fracción de Enlaces y Transmisiones. Alrededor de 700 muchachos actuaban en el Bosque de Chapultepec. Este hecho daba ya la impresión de ser algo firme, de ser algo indestructible, de ser algo que iba trascendiendo y que iba causando honda huella en el ánimo de todos los estudiantes; pero fue unos pocos meses después en que, quizá algunos por agotamiento, otros porque había perdido el Pentathlon para ellos el valor de la cosa nueva, de la novedad, otros porque quizá no encontraron en el Pentathlon lo que quizá buscaban, algún provecho exclusivamente de carácter personal o algún movimiento de carácter político como los acostumbrados, sino exclusivamente una organización de trabajo, de esfuerzo, de dedicación. Por uno o por otro motivo, fue disminuyendo el número de pentathletas. Para el mes de marzo de 1940, después de haber tenido alrededor de 700 muchachos, se podían reunir en el Cuartel llamado del Cacahuatal, Cuartel destinado para las prácticas en virtud de que al Pentathlon, desde el año de 1939, ya se le habían entregado armas, habiéndose acudido primeramente al Cuartel de la Ciudadela, que era donde se guardaba el armamento, y posteriormente en el Cacahuatal; pues bien, asistían únicamente 80 muchachos, y entre esos 80 muchachos se contaban los viejos, los cadetes y los reclutas. No era una novedad y sin embargo aunque constituía un desánimo fundamental, un desaliento, para los que teníamos completamente arraigada la idea del Pentathlon, era una llamada de atención para redoblar los esfuerzos y los entusiasmos, ya que en otra ocasión, un poco después de haber alcanzado también un número más elevado, que fue a finales de 1938 y principios de 1939, hubo ocasión en que nos reunimos en el Bosque de Chapultepec, únicamente tres personas. Alguien pensó que era inútil seguirse reuniendo después de que se reunían cientos de muchachos, cuando solamente se reunían once y cuando les iba bien se juntaba una sección. Parecía que la idea pentathlónica se había consumado. Así que reunir en 1940 a 80 miembros no era novedad, pero aunque no nos causaba ninguna satisfacción; de lo que sí teníamos seguridad, era que dentro de esos 80 muchachos, había mucha decisión de vencer, y así, volvieron a reunirse viejos pentathlónicos.

En 1940 con su esfuerzo y con su entusiasmo le dieron mayor carácter al Pentathlon Universitario una lista grande de amigos; me concretaré exclusivamente a mencionar algunos: EUGENIO FORTUL, GILBERTO ALCÉRRECA, MARCOS RUSSEK y a FERNANDO ZÁRATE. Para esta época, la Dirección Técnica Militar le había nombrado al Pentathlon Universitario a un asesor militar, pues GONZALO HIDALGO se había retirado del Pentathlon por actividades de índole personal incompatibles ya, con su actividad dentro del Pentathlon. Fue nombrado el Capitán JESÚS SÁNCHEZ HERNÁNDEZ, hermano del  Gral. Tomás Sánchez Hernández.
Este Capitán representó dentro del Pentathlon un vínculo con los militares; comprendió la idea pentathlónica desde el principio y fue el mejor amigo de los muchachos, al mismo tiempo que magnífico instructor para impartir academias militares, hombre de un gran humor, alegre, de las personas que inspiraban confianza.

Fue muy importante la actuación del Capitán Jesús Sánchez Hernández en el primer ensayo militar que tuvo el Pentathlon, al formar parte del Escuadrón Motorizado con motociclistas del Departamento de Tránsito, pues fueron entrenados como ametralladoritas para participar en el simulacro, en el que el Ejército de México, atacaba a la Ciudad de Puebla, y el Ejército de Puebla le defendía en el Valle de Puebla. El Grupo Motorizado pasó por el Paso de Cortés y los muchachos del Pentathlon bien entrenados, tuvieron esta experiencia con todo éxito. Se hicieron acreedores de felicitaciones calurosas de Jefes y Oficiales del simulacro, por el ánimo y fibra que demostraron. Ya se había hecho también, una costumbre que el Pentathlon desfilara en Puebla el 5 de mayo.

El 16 de septiembre de 1940 el Pentathlon Universitario desfila por primera vez en la Ciudad de México portando sus uniformes de gala. Podríamos seguir refiriendo pormenores de la vida pentathlónica, detalles, muchos serios, muchos chuscos, prácticas de campo, prácticas nocturnas, de dos, de tres días; el conocimiento que los pentathlónicos iban teniendo de sus montañas, de sus valles, de sus desiertos, en los contornos de la Ciudad de México, en los Estados circunvecinos al Distrito Federal. Podemos decir con absoluta seguridad que no hay lugar que rodee al Distrito Federal, que no hay cumbre por alta que sea, que no haya sido visitada por el Pentathlon Universitario.
El Pentathlon Universitario era una Institución “sui generis”, o cuando menos así debía ser; por su estructura de carácter militar debería tener un Estado Mayor, donde los compromisos de los miembros del Estado Mayor se refirieran particularmente a las máximas necesidades de la Institución. Un Estado Mayor con un Jefe y ese Jefe era el Jefe del Pentathlon, que tenía la posibilidad de nombrar a sus colaboradores inmediatos, e incluso la posibilidad de nombrar a su sucesor, siempre y cuando los demás miembros de ese Estado Mayor estuvieran de acuerdo y por añadidura debería formar parte de ese Estado Mayor, el que sería el Subjefe del Pentathlon.

La responsabilidad del Pentathlon está escalonada; pero hay un responsable fundamental, de lo bueno o de lo malo, que es el Jefe del Pentathlon El Jefe del Pentathlon que cargará todas las responsabilidades, que cargará y arrastrará con todos los éxitos y con todas las deficiencias, pero que así mismo, este espíritu de responsabilidad lo transmitirá a todos los pentathlónicos para hacerlos comprender sus deberes y para ejemplificarlo, porque es la mejor manera de predicar, con el ejemplo, para que todos los pentathlónicos supieran ubicarse dentro del lugar que les corresponde en la Institución.

Así, pensando en el contenido, tanto estructural administrativo del Pentathlon, como en el contenido espiritual, se reunieron en un haz de ideas todo un conjunto, que en síntesis pudiera explicar lo que el Pentathlon Universitario es como organización de la juventud, y para entonces pudo concretarse en las siguientes palabras lo que el Pentathlon Universitario como organización de la juventud es y pretende:

El PENTATHLÓN UNIVERSITARIO es la organización de la juventud mexicana que pretende la exaltación de la PATRIA y de los VALORES HUMANOS, la nobleza de sus ideales le conquistarán un lugar de honor en la Historia y uno muy señalado en la mente y en el espíritu de quienes sean capaces de conocer el bien y aspirar a la verdad. Los componentes del Pentathlon Universitario tienen conciencia de su misión y responsabilidad, con ánimo de soldado y de apóstol, lucharán porque la unidad de los mexicanos sea real y permanente.
En el Pentathlon la noción del valor del YO integral es clara y más aún, cuando se concluye que la grandeza de los pueblos es la resultante de la grandeza de sus instituciones y de sus individuos. Es pues, el ente fundamental para la formación de los conjuntos eficaces, no es una pieza aislada y sin discriminación oculta en una masa amorfa; es la célula vital componente de un organismo vigoroso: LA NACIÓN.
De la Universidad crisol de ideas en evolución constante, nació esta idea que prolifera ya en toda la República; el joven del Pentathlon es un defensor de la libertad para practicar el bien, de la libertad ordenada, es enemigo de la libertad para practicar el mal, en este caso la libertad prostituida se llama libertinaje vil. La moral pentathlónica es de carácter afirmativa subordinada a la justicia social, el equilibrio ideal es un factor en el progreso verdadero, no hay Patria cuando existen dos castas, desposeídos y poseedores, el auxilio prestado a quien lo necesita es una obligación social imperiosa, dar lo que sobra en beneficio de los que nada tienen, no es generosidad, sino apenas un deber elemental.
La fórmula “vivir de los demás” deberá transformarse en “ALLIS VIVERE”, “vivir para los demás”. La Patria tiene la necesidad de ser fuerte, sus ciudadanos tienen la necesidad de ser fuertes y capaces también, la Patria tiene la necesidad de ser Honrada y Grande, sus ciudadanos tienen la obligación de ser nobles y trabajadores, la Patria tiene la necesidad de ser UNA; la unidad nacional será posible en un ambiente de responsabilidad, de justicia, de trabajo y de mancomunados esfuerzos.

Estos son los propósitos del Pentathlon al tratar de orientar la marcha de sus juventudes, creando los hábitos disciplinarios óptimos, reuniendo al mejor intelectual, al mejor atleta, al trabajador más apto, al hijo ideal, al noble amigo, al ciudadano responsable, al mejor hombre.

Como ustedes han escuchado, en este conjunto de ideas se resumen muchos de los propósitos y muchas de las posibilidades, para expresar concretamente lo que el Pentathlon Universitario pretende, eso no obstante que data de muchos años, sigue teniendo el valor de actualidad; es una recomendación a todos los pentathlónicos, en particular a todos ustedes que fungen como Instructores de la ESCUELA DE RECLUTAS, que traten, no de aprenderse de memoria exclusivamente estas palabras, estos párrafos, sino que traten de conocer la parte medular que hay en cada uno de los párrafos, con el objeto de que lo puedan explicar en forma conveniente y amplia a todos sus subordinados. Es conveniente que hagan ustedes de cada uno de estos postulados, un propósito de vida dentro del Pentathlon y fuera de él; seguimos creyendo que las mejores realizaciones en la Patria, se inician dentro de la familia, se inician dentro del hogar, prosiguen en la escuela y creemos con toda seguridad, que el individuo que triunfa en el hogar, ha triunfado en la participación más clara y más íntima que le corresponde como patriota. Creemos en el muchacho, el estudiante que triunfa en el medio ambiente en el cual se va formando; creemos también que el hombre que triunfa en la amistad, en la amistad de hombre con hombre, en la amistad que pueda tener con la mujer, el que triunfa en sus amores, es también un buen patriota.

(Conferencia efectuada por el Comandante General “Ad vitam” de la Institución, Dr. Jorge Jiménez Cantú, en la Primera Convención Nacional de Jefes del PDMU, durante los días 5 y 6 de diciembre de 1956).


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